BRASILIA/AFP
Brasil a punto de concluir la regularización de más de mil inmigrantes ilegales, principalmente haitianos pero también africanos y asiáticos, que ingresaron en el último mes a través del estado de Acre, en la frontera con Bolivia y Perú, informaron el martes las autoridades.
“En tres días y medio -desde el viernes- habremos finalizado la regularización de todos los haitianos. Estarán documentados, con los protocolos de regularización y cartera de trabajo (permiso) que les permitirá ser efectivamente contratados e inserirse en el mercado de trabajo brasileño”, explicó el secretario nacional de Justicia, Paulo Abrao.
El Estado amazónico de Acre (norte) proclamó la semana pasada emergencia social y pidió ayuda al gobierno ante una repentina ola de inmigrantes ilegales, parecida a la de 2010, que llevó a más de 1,000 haitianos, pero también dominicanos, senegaleses y asiáticos, a la ciudad fronteriza de Brasileia. “Hemos trabajado sábado, domingo, todas las horas, estamos terminando la documentación de todos. En total serán poco más de 1,300 inmigrantes” regularizados, dijo a la AFP el secretario de Justicia de ese estado, Nilson Mourao.
Ambos secretarios indicaron que el gobierno ha recibido numerosos pedidos de empresarios interesados en contratar a los haitianos. Según Abrao, el gobierno está terminando un censo de los haitianos, y su capacitación profesional e intermediará los pedidos.
Abrao insistió sin embargo que el gobierno pretende controlar ese flujo migratorio ilegal: “Elaboraremos un plan de continuidad con soluciones duraderas que nos ayuden a impedir que de nuevo haya una aglomeración significativa de inmigantes en esa localidad”, dijo.
El secretario de Acre llamó al gobierno a no restringir el número de visas a haitianos, para facilitar la inmigración legal, y también pidió un “acuerdo diplomático fuerte entre Perú, Bolivia, Ecuador y Brasil”, que son las rutas de paso y entrada de esos inmigrantes.
“Tenemos que cortarles las alas a los coyotes”, porque “están traficando con seres humanos y eso no podemos permitirlo”, dijo.
A finales de 2010, ingresaron por esa ruta amazónica en pocos meses más de 4,300 haitianos, que fueron legalizados. Entonces, el gobierno llegó a un acuerdo con Haití para limitar el número de entradas a 100 por mes y legalizarlas.
Mourao expresó alarma por la “internacionalización” de la inmigración en la última ola, que incluyó senegaleses que viajaron a través de España, así como asiáticos y centroamericanos.