Carlos A. Montealto
En el aspecto organizativo y competitivo la camisa del Campeonato Centroamericano y del Caribe de Karate Do (CCCK) Mayor y Juvenil le quedó muy grande a Nicaragua.
La contienda representaba un reto mayúsculo para la Federación Nicaragüense de Karate Do (Fenikado), que no pudo hacer frente a los restos logísticos, fallando incluso en garantizarle las condiciones mínimas de competencia para la delegación pinolera.
El CCCK deja un sabor amargo sobre todo cuando se insinuó que Nicaragua, al presentar una de las delegaciones más numerosas en la contienda, podía pelearle a Venezuela el primer lugar en el medallero.
La última jornada del CCCK, efectuada ayer, dejó apenas una medalla de bronce de Migueline Estrada en combate femenino -68 kilogramos categoría mayor.
De esta forma la producción de Nicaragua en general se elevó a 17 medallas, de ellas una de oro en una categoría en la que solo el equipo pinolero se presentó.
Además se consiguieron 13 medallas de bronce y tres de plata.
Mientras Venezuela salía como el gran campeón del evento con una cosecha, solo en la categoría juvenil de 23 medallas de oro, 19 de plata y 18 de bronce.
En la división mayor a falta de los combates por equipos masculinos, Venezuela tenía seis medallas de oro, tres de plata y cinco de bronce.
La Fenikado debe plantearse la pregunta de que si de verdad vale la pena gastar en eventos internacionales de envergadura, en lugar de invertir ese dinero en desarrollar más el karate.
El talento está ahí, así quedó en evidencia, tras la garra mostrada por los seleccionados nicas, en un evento en el que poco o nada pudieron hacer.
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