Saúl Martínez
Un grupo de vecinos de la Colonia Roberto González, de Chinandega, se organizan para protestar y viajar a la Secretaría del Frente Sandinista para apoyar a Erick Dávila, padre chinandegano a quien el viernes pasado se le quitó a su hija de 3 años, Karla Susana.
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Dávila huyó en octubre pasado de la ciudad de Santa Rosa de Lima, de El Salvador, con sus dos pequeños hijos, tras considerar que después del fallecimiento de su esposa salvadoreña, María Catalina Porras, en noviembre del 2011, se le violentaba el derecho a ver a sus dos hijos: Erick Josué, de 7 años, y Karla Susana, de 3 años.
La Interpol estableció coordinaciones con autoridades nicaragüenses que daban seguimiento a Erick en el país por supuesta desobediencia, violencia intrafamiliar en El Salvador y la acusación de rapto.
La acusación la hizo María Azucena Ramírez Buruca, tía de la madre de los niños.
Este viernes pasado, agentes de Auxilio Judicial Nacional (del área de Trata de Personas) y la Comisaría de la Mujer central se llevaron a la pequeña a Managua hacia una casa sustituta para luego trasladarla a El Salvador y entregarla a la tía materna en segundo grado de consaguinidad, María Azucena Ramírez Buruca.
Dávila dijo que teme de que algo malo pueda ocurrirle a la niña, quien no desea dejar el amor paterno y hasta expresó que le quebrarán sus dientecitos para que no la identificaran, según dijo el adolorido papá.
Agregó que abandonó la ciudad salvadoreña por temor a que lo asesinaran, debido a que le violentaban sus derechos con sus hijos.
Georgina Mendoza, tía paterna de la pequeña, dijo que esta gritaba y lloraba desesperada en la patrulla policial. Supuestamente fue trasladada a una casa sustituta del Ministerio de la Familia en Managua.
“Esa señora que la pide es tía de la madre de mis hijos, una señora que me acusó de ser pandillero, delincuente y que la Policía de Nicaragua me buscaba, era yo quien busqué a las autoridades en Plaza El Sol, Managua, para que me ayudaran, sin embargo ellos (la Policía Nacional) me han vendido a las autoridades (de El Salvador) o a esta señora”, señaló.
Ver en la versión impresa las páginas: 7 A
