ELBA CRISTINA
El aroma sutil y delicado se desprende a través del vapor de la bebida. Su aroma agradable al paladar se torna entre intenso y suave. Sus beneficios, definitivamente, son múltiples gracias a sus componentes.
El término español “té” deriva del dialecto chino amoy y se pronuncia tai. Surgió de los primeros contactos entre comerciantes holandeses y chinos del puerto de Amoy, en la provincia de Fujian.
Poco a poco se fue difundiendo alrededor del mundo, hasta el punto de ser considerada la segunda bebida más consumida después del agua.
Existen más de 3,000 variedades, cada una con sus propiedades beneficiosas para la salud. Tratan desde un malestar, hasta enfermedades crónicas.
Su impacto no solo se basa en sus beneficios, sino también en la historia y cultura del pueblo chino y algunos países de Europa. Su popularidad influyó también en el desarrollo de la porcelana, producto de cerámica fina en donde se sirve, una de las industrias chinas más importantes.
Karla Argüello, directora de la Academia Eleganza, experta en etiqueta y protocolo, afirma que en países europeos como en Inglaterra el té se hizo tradición en los siglos XVIII y siglo XIX, lo que se conoce como “la hora del té”.
“Era costumbre que las mujeres se reunieran para esperar a sus esposos, alrededor de las 4:00 de la tarde para conversar y tomar té. Es lo que nosotros podríamos llamar la hora de la merienda, en la que se toma algo ligero con algunas galletas u otros bocadillos para ofrecer a los invitados”, explica Argüello.
Esta era una tradición principalmente en personas de clase alta, pero con el tiempo fue adoptada por todos los estratos socioeconómicos, asegura la experta en etiqueta y protocolo.
MÚLTIPLES BENEFICIOS
Las hierbas son plantas extraordinarias que tratan todos y cada uno de los aspectos de la vida. A través del té aumenta tanto el bienestar físico, como mental y espiritual.
El té debe prepararse con agua hirviendo, no caliente, ya que requiere de una alta temperatura para extraer la esencia de las hojas. Actualmente, las fábricas naturistas comercializan prácticas bolsitas para preparar la bebida.
Carla Fjeld, PhD en Nutrición Humana y propietaria del restaurante Ola Verde y de la fundación con el mismo nombre, ha consultado en Nicaragua desde hace 12 años sobre dietas para mejorar la salud a base de productos locales. Ella afirma que los beneficios del té para la salud han sido apreciados desde hace cincuenta siglos.
Tés negros y verdes han sido ampliamente estudiados por muchas razones. Después del agua, el té es la bebida más tomada en todo el mundo.
“El otro tipo de “tés”, que son infusiones de hierbas, no han sido estudiados como los verde y negro, teniendo mayor importancia en las disciplinas Ayurveda o medicina tradicional y la homeopatía”, explica Fjeld.
Una gran ventaja de los tés de hierbas es que incluyen la cafeína y los antioxidantes que pueden ayudar al cuerpo de muchas maneras. Estudios científicos revelan que el contenido del té y los componentes bioactivos varían mucho según el cultivo y variedad de la hierba, edad de la planta, tiempo de cosechas, entre otros.
El té hecho de hierbas, frutos, semillas o raíces empapadas en agua caliente, contienen antioxidantes, pero no contienen aquellos polifenoles que se encuentran en el té verde, negro y oolong. Sus antioxidantes varían según la planta y sus condiciones de crecimiento, informa la doctora Fjeld.
Algunos ejemplos de plantas que se utilizan para hacer infusiones de acuerdo con las disciplinas ayurvédicas y homeopáticas son: jengibre, ginkgo biloba, ginseng, rosa de jamaica, jazmín, hierbabuena, manzanilla y la echinacea.
“Algunas investigaciones, que se han realizado sobre los beneficios del té de hierbas, refieren a que ayudan a perder peso, combatir los resfriados y dar un sueño más reparador. Los polifenoles del té reducen la oxidación de la LDL-colesterol y, por lo tanto, pueden disminuir el riesgo de enfermedades del corazón”, afirma Fjeld.
Añade que los cánceres proceden de mutaciones de ADN, el material genético en las células. Los componentes del té inhiben los radicales libres de dañar el ADN frustrando así la iniciación del cáncer. El té modifica la microflora intestinal, la reducción de las bacterias indeseables y el aumento de bacterias beneficiosas. Puede además, ayudar a fortalecer los huesos en las mujeres postmenopáusicas.
Información proporcionada por la Clínica Tanyari, especialista en medicina oriental, confirma que el té ayuda a que las personas se mantengan alerta, mejora la concentración y la agilidad mental, aumenta las defensas y estimula la circulación debido a su contenido de antioxidantes y mejora la digestión. Ayuda también a prevenir infecciones gastrointestinales y a mantenernos jóvenes y sanos.
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