Jeniffer Castillo Bermúdez
La situación económica del magisterio de Nicaragua está tan mal que las propuestas más positivas de ajustes salariales indican que un docente podrá alcanzar el precio de la actual canasta básica hasta el año 2017.
Hasta enero de este año, la canasta básica costaba 10,864.27 córdobas y el salario de un docente llegaba a 5,232 córdobas, según el último ajuste salarial de nueve por ciento aprobado en febrero por el Ministerio de Educación (Mined).
La marcha saldrá a las 7:00 de la mañana desde la rotonda de Metrocentro hasta la rotonda Centroamérica.
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El exrector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), Francisco Guzmán, quien participó ayer en el foro central de la Semana de Acción Mundial por la Educación, titulado Magisterio y calidad de la educación en Nicaragua, planteó la posibilidad de que el salario del magisterio crezca 19 por ciento cada año hasta el 2017.
Es decir que en cuatro años el salario base de un maestro nicaragüense podría llegar a los 10,500 córdobas mensuales.
Pero para esto se requiere que el poder ejecutivo apruebe un presupuesto de 19 millones de dólares anuales (alrededor de 482,628,347 córdobas) que serían distribuidos entre los casi 46,000 educadores del sistema de educación pública del país durante los próximos cuatro años, de acuerdo con Guzmán.
La mejora de las condiciones de vida del maestro es el tema principal de la Semana Mundial de Acción por la Educación, que inició el 22 de abril y culminará este domingo 28.
CONDICIONES DIGNAS, UN MITO EN EL MAGISTERIO
La coordinadora de la Campaña Mundial por la Educación, Camila Crosso, señaló que “es necesario que el Estado pueda garantizar condiciones dignas a los maestros y maestras, eso incluye salarios… Todos los docentes deben recibir una formación inicial y continua y los maestros y maestras deben ser reconocidos como sujetos claves en la definición de políticas y prácticas educativas”.
Por su parte, Jorge Mendoza, director ejecutivo del Foro Educación y Desarrollo Humano, recordó que los niveles de empirismo dentro del magisterio nacional deben reducirse para que la educación del país goce de calidad.
Actualmente, el país tiene casi 46,000 educadores y su principal debilidad es el empirismo, que afecta al 72 por ciento de los maestros de preescolar, al 26.4 por ciento de primaria y al 43.1 por ciento de secundaria, según datos de la Coordinadora de la Niñez (Codeni).
A esto se suma la falta de materiales didácticos que retrasan el proceso enseñanza-aprendizaje, de acuerdo con Mendoza.
El experto también recordó que Nicaragua tiene un déficit de 10,000 docentes. Pero “lo que necesitamos son más maestros formados y que estos sean capacitados permanentemente”.
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