Una Sala de Apelaciones otorgó en definitiva un amparo a la defensa del exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt y ahora queda en la incertidumbre la continuación del juicio por genocidio en su contra, informó este lunes una fuente judicial.
La Sala Tercera de Apelaciones amparó al defensor del exdictador, el abogado Francisco García, quien recusó a la jueza que lleva el juicio por genocidio, Jazmín Barrios, luego que ésta lo expulsara el día del inicio del debate, el pasado 19 de marzo, dijo a periodistas el secretario de la judicatura, Manolo López.
“Si lo suspende o no será facultad de la jueza, porque ella tiene un plazo para cumplir con el amparo que se esta dando y ella tendrá que resolver a derecho”, afirmó. Barrios tiene un plazo de 24 horas después de ser notificada del amparo para definir el futuro del juicio, pues se restituye a García como defensor de Ríos Montt.
“El Tribunal tiene facultades para que lo hagan de la manera que consideren ellos, sin entorpecer el debate hasta dictar sentencia y tampoco menoscabar el derecho de defensa”, puntualizó.
En la recusación, García acusó a la jueza de abuso de autoridad, resoluciones violatorias a la Constitución y prevaricato, pues considera que fue ilegal la decisión de expulsarlo y negarle el derecho a defender al militar, quien ese mismo día lo contrató como abogado.
El pasado viernes el máximo tribunal judicial de Guatemala, la Corte de Constitucionalidad (CC), ordenó suspender “de forma provisional” el juicio contra el exdictador hasta que la Sala Tercera resolviera de manera definitiva el amparo otorgado al abogado García, algo que hizo este lunes.
El amparo provisional había sido otorgado el pasado 18 de abril cuando lo restituyó como defensor de Ríos Montt.
Por su parte, la jueza Barrios suspendió durante cinco días el juicio que está previsto se reinicie este martes.
Ríos Montt, junto a su antiguo jefe de inteligencia, José Rodríguez, se enfrenta cargos por la masacre a manos de militares de 1,771 indígenas mayas de la etnia ixil, en el departamento de Quiché (norte).
El conflicto interno de Guatemala que se prolongó por 36 años (1960-1996) dejó 200,000 muertos o desaparecidos, según un informe de la ONU.