Lucía Navas y Carla Torres
Ya no va la reforma al Sistema de Pensiones este año. La decisión del Gobierno de Nicaragua se basa en que en estos momentos el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) percibe los ingresos financieros suficientes por contribuciones de los afiliados para mantener el sistema actual sin variación.
La información de que se desiste de impulsar, discutir y acordar este año dicha reforma la dio Edwin Castro, diputado y jefe de la bancada sandinista en la Asamblea Nacional, al final de una reunión ayer por la tarde con la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin).
“Les hemos dicho (a Cadin) que no hay este año ninguna reforma al INSS, ya lo dijo el presidente (de la República) y lo hemos dicho nosotros con claridad absoluta”, afirmó Castro.
Pero, el Movimiento Sindical Nicaragüense (MSN) plantea que se bajen los gastos administrativos del INSS que actualmente está en un 10.8 por ciento con respecto a los ingresos, al seis por ciento, calculando un ahorro de 500 millones de córdobas anuales.
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Cambio de discurso
Los personeros del Gobierno, como el asesor presidencial para asuntos económicos, Bayardo Arce, desde hace meses anunciaron que la discusión y acuerdo de la reforma a la Seguridad Social se daría con empresarios y sindicatos en 2013. El sector privado se preparaba para iniciar la discusión a partir de junio, ya que la reforma estaría siendo puesta en práctica en 2014.
Pero Castro afirmó ayer que el Gobierno analizó que “no hay necesidad de discutirlo este año” por cuanto el crecimiento de la economía del país permite que el INSS sea más sostenible a través del incremento de los contribuyentes.
Según datos oficiales del Banco Central de Nicaragua (BCN), en 2011 y 2012 la economía creció en promedio cinco por ciento —siendo las tasas más altas de los últimos años— y los trabajadores formales afiliados al INSS crecieron en un ocho por ciento promedio anual. En números ingresaron 95,800 empleados formales a cotizar en ese período. Hasta febrero de 2013 los registrados en el INSS suman 661,600 asegurados.
“Entonces si están aumentando los contribuyentes a la Seguridad Social ¿para qué vas a meter tensión del lado de los obreros o del lado de la patronal metiéndote a modificar valores paramétricos?”, afirmó Castro.
Sin embargo, ese número es mínimo cuando se compara a la Población Económicamente Activa (PEA) que supera los 3.2 millones de personas, de los cuales, según el mismo gobierno, el 79 por ciento, más de 2.4 millones, trabaja en la informalidad (sin protección del seguro social y otros derechos) y un 5 por ciento está en el desempleo abierto.
El legislador dejó entrever que a corto plazo (después del 2013) el Gobierno no promoverá cambios al actual Sistema, y menos los que contemplan la propuesta de aumentar a 65 años de edad la jubilación, y pasar de 750 a 1,500 semanas de cotización para jubilarse. Incluso, del sitio web del INSS se retiró el documento que recogía dicha propuesta.
¿Cómo se enfrentará el déficit del Sistema de Pensiones? Según Castro, las alternativas son dos: aumentar el número de contribuyentes o variando los valores paramétricos que incluye subir las edades, semanas de cotización y los porcentajes de cuota de cotización del empleador y del trabajador.
El presidente de Cadin, Mario Amador, consideró positivo que se desista de la reforma al INSS por la carga impositiva que significaría para el sector formal.
Amador valora que se debe aprovechar la oportunidad para que el Gobierno y el sector privado establezcan los mecanismos que aceleren el crecimiento de contribuyentes por medio de la formalización de las empresas que hoy están en la informalidad.
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