Roy Moncada
“Es más una acción decorativa (limpiarla con microorganismos). Debe haber autoridades de Managua que se asesoren bien con los ingenieros y especialistas en temas ambientales”, recomendó Ruth Selma Herrera, exdirectora de Enacal.
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Mientras los capitalinos claman porque caiga lluvia, la agonizante laguna de Tiscapa espera ese momento para tragarse toda el agua sucia que está estancada en la micropresa Los Gauchos, desde hace varias semanas.
El agua que llega a Los Gauchos, y luego a Tiscapa, es suministrada por un cauce que arrastra desde plástico y ramas de árboles, hasta animales muertos.
Para Ruth Selma Herrera, exdirectora de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), es un delito ambiental que un cauce descargue agua contaminada en un cuerpo de agua, como Tiscapa.
Por lo menos “deberían de existir trampas para detener la basura de los cauces, y esas trampas se tienen que estar limpiando periódicamente mientras la población no sea educada. También se tienen que hacer obras de infiltración para que no llegue toda esa agua hasta allí (a la laguna)”, señaló Herrera.
MICROPRESA AMENAZA CON PROPAGAR ENFERMEDADES
El agua sucia de la micropresa Los Gauchos no es solo una amenaza para Tiscapa, también lo es para las personas que viven en el caserío cercano.
Manuel Medrano, quien vive frente a la micropresa, sabe que todos los años, para estas fechas, tiene que convivir con olas de zancudos y que las probabilidades de enfermarse crecen como la contaminación de la laguna de Tiscapa.
“Cuando llueve fuerte también nos vemos amenazados que el agua suba e inunde las casas de nosotros. Hace dos inviernos el agua llegó hasta el patio de la casa, por poco se nos mete”, recordó Medrano, quien dice que la temporada de zancudos ya inició.
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