Marianela Lacayo
asesora de imagen
Un almuerzo de negocios exige un compromiso educado y ajustado a cierto protocolo en lo que se refiere a vestimenta y comportamiento, ya sea como invitado o anfitrión.
Es importante tener noción de la variedad y calidad de restaurantes a elegir según tus objetivos y llamar con antelación para reservar. Cerciorate siempre de conocer los gustos del invitado para evitar errores.
El mejor lugar de la mesa será otorgado a tu invitado más importante, y estará ubicado a la derecha del anfitrión.
Es fundamental tener conocimiento sobre temas diferentes y generales que poder abordar durante la comida, antes de tocar el punto que les reúne, que deberá ser al final de la velada. Cine, arte, actualidad, deportes, viajes, comida o música son temas que además le ayudarán a conocerse mutuamente.
Al momento de sentarse a la mesa la servilleta se coloca inmediatamente sobre las piernas. No se toma licor exageradamente, solo de aperitivo o una copa de vino con el plato principal. Tampoco se fuma cuando hay alimentos en la mesa, así que dejá el cigarrillo para la hora del café, siempre y cuando no moleste al resto de acompañantes y sea permitido en el local.
El anfitrión escoge primero los platos, de manera que los invitados conozcan el rango de precios manejado y puedan elegir también. Para evitar conflictos a la hora de pagar la cuenta, el anfitrión debe, al llegar al restaurante, pedir al mesero discretamente que abra una cuenta a su nombre, que pagará en la caja al final de la reunión.
Por último, durante toda la comida recordá que se deben respetar las reglas de uso de cada utensilio de la mesa, además de no colocar llaves, carteras, celular y otros artículos sobre esta.
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