Elízabeth Romero
Aunque el magistrado de facto, Rafael Solís, lució conciliador ante el debate generado por la forma agresiva con que fue tratado un equipo de LA PRENSA en el Complejo Judicial Central Managua, el pasado viernes, el vocero del poder judicial, Roberto Larios Meléndez, atizó el fuego ayer.
Solís lamentó la situación presentada, aunque dijo: “No voy a criticar al poder judicial al que pertenezco porque creo que cada quien cumple su tarea”.
Larios Meléndez, aunque se vio obligado a aceptar ante periodistas de 100 % Noticias que los guardas de seguridad “se excedieron” al expulsar violentamente al fotógrafo de LA PRENSA, Manuel Esquivel, no reconoce que de parte de su oficina hubo una versión oficial a la ligera y, más bien, insistió: “Aquí hay una gran manipulación por lo que ocurrió”.
López recordó que, tras publicar una nota relacionada con los mexicanos del llamado caso Televisa, Larios la calificó como “pronarco”. López dijo que relataba lo que en realidad había pasado en el complejo judicial con el cónsul mexicano en Nicaragua, Germán Munguía Mier. En la nota oficial del poder judicial hacían aparecer al diplomático como “asesorando” a los procesados.
El 13 de diciembre del año pasado, LA PRENSA publicó que Larios terminó una improvisada conferencia de prensa con graves señalamientos al gremio periodístico expresando: “…no dudamos que los narcotraficantes han intentado y siguen intentando aquí en Nicaragua penetrar los medios de comunicación”.
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En la nota del viernes, acusó a Vásquez de actuar de forma “maliciosa” y de haber llegado acompañada de activistas del Movimiento Renovador Sandinista (MRS).
En las declaraciones brindadas a 100 % Noticias, Larios Meléndez lo repite: “Vinieron junto con políticos del MRS”.
Además criticó que el equipo de LA PRENSA llegó media hora antes que el grupo de Zoilamérica Ortega Murillo, quien presentaría una demanda contra Jan Gerhard Lassen, embajador de la Real Embajada de Noruega, por incumplimiento de convenio de “manera sorpresiva”.
Ayer, Vásquez alcanzó a llegar a parte de la comparecencia de Rodríguez y Larios Meléndez y le encaró al vocero su señalamiento malintencionado sobre que ella actuó de forma “maliciosa”. A modo de respuesta, el vocero judicial insistió en los motivos de por qué solo llegó LA PRENSA a cubrir la denuncia.
Esto hace aparecer a Larios Meléndez como un ignorante de la actividad periodística, cuando él ejerció como periodista antes de ser vocero judicial y sabe que el periodista está siempre a la caza de primicias o exclusividades.
INFORME DEL TAM
Ayer, el presidente del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), Gerardo Rodríguez, y Larios Meléndez anunciaron las conclusiones del informe sobre el caso. Al final, el fallo recayó en uno de los guardas porque desatendió la orden que supuestamente dio el vocero para que permitieran a Esquivel efectuar sus labores.
Y aunque reconocen que Vásquez inscribió al fotógrafo para que permaneciera en el lugar, para Rodríguez eso fue una “falla” porque no cumplió con el procedimiento.
Rodríguez dijo que hoy se reunirán con los guardas de seguridad del complejo para abordar la situación. Solís expresó que su opinión general al respecto es que haya acceso a los medios al poder judicial, pero que sea regulado.
Vásquez y Esquivel no estaban en una audiencia, sino en la planta baja del edificio. No obstante, ayer dijo Rodríguez que también allí ellos determinarán si los periodistas pueden o no cubrir, porque alegó que puede tratarse de un caso del orden privado y esto no lo pueden permitir.
Solís demandó que, tras el incidente lamentable contra el equipo de LA PRENSA, no se haga una crítica “rasa” a todo el poder judicial. “El derecho de ustedes debemos protegerlo”, dijo. Y prometió transmitir las preocupaciones expuestas por los periodistas en una reunión donde ayer abordaría el tema.
SIGUE REPUDIO
El Movimiento por Nicaragua (MpN) se sumó al rechazo e indignación “por las agresiones físicas perpetradas por empleados del poder judicial y ordenada por su vocero, Roberto Larios, en contra de los periodistas del Diario LA PRENSA, Martha Vásquez y Manuel Esquivel, cuando intentaban cubrir una demanda de Zoilamérica Ortega Murillo”.
“Este hecho es una muestra extrema, pero no la primera, de la intolerancia del régimen orteguista. Y revela el peligro que se cierne sobre las libertades públicas, en este caso la libertad de expresión y de opinión, típicamente las primeras libertades amenazadas en los regímenes autoritarios y dictatoriales”, dice MpN.
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