Lucía Navas
Para este año hay 15,000 viviendas nuevas construyéndose en diferentes segmentos de valor, desde interés social cuyos precios son inferiores a los 30,000 dólares, hasta casas con precios superiores a los 70,000 dólares.
La meta de vender todas estas casas nuevas se ha puesto en duda como consecuencia de los problemas que enfrentan varios residenciales en cuatro municipios de Managua que fueron seriamente afectados por las fuertes lluvias de la semana pasada.
Ese monto representa un crecimiento del 20.8 por ciento respecto a la cartera de crédito hipotecario del mismo mes del año pasado, cuando sumó 7,781.1 millones de córdobas.
Los préstamos para adquirir bienes inmuebles representan el 13 por ciento del total de la cartera bruta del Sistema Financiero.
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El mismo presidente de la Cámara de Urbanizadores de Nicaragua (Cadur), Ricardo Meléndez, admite que están preocupados por la desconfianza que pueda existir en la población sobre la calidad de las viviendas que ofrecen, tras ser cuestionado por varios sectores como diputados, Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) y el Instituto de Defensa del Consumidor (Indec).
Meléndez dijo que “es nuestra gran preocupación” que se desacelere o incluso caiga la venta de viviendas nuevas y califica como “mensaje negativo” las imágenes en los medios de comunicación al mostrar los daños causados en residenciales como Valle de Santa Rosa y San Andrés, dos de los más afectados por las inundaciones en el municipio de Ciudad Sandino.
“El mensaje que nosotros queremos transmitir a la población es que compren viviendas de Cadur porque somos la mejor alternativa, somos proyectos y empresas que ofrecemos respaldo, no somos empresas golondrinas que llegamos, hacemos diez casas y al día siguiente se desaparecen”, dijo Meléndez.
AÚN CONFÍAN
Las viviendas con precios menores a 30,000 dólares son financiadas con dinero que los bancos manejan del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que permiten otorgar intereses bancarios preferenciales del ocho por ciento anual por ser de carácter social. Este segmento es el que mayor impulso ha dado al sector construcción y urbanístico en los últimos tres años con el Plan Nacional de la Vivienda.
Benjamín Lanzas, presidente de la Cámara Nicaragüense de la Construcción (CNC), defiende la calidad de las casas en los residenciales inundados, argumentando que la infraestructura en sí de la vivienda no sufrió daños.
Sin embargo, en proyectos como Valle Santa Rosa sí hay daños en la infraestructura de las casas que resultaron anegadas, debido a que las paredes internas son de gypsum, el cual se daña cuando establece contacto con el agua.
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