Wendy Álvarez Hidalgo
Aunque la semana pasada la Cámara de Urbanizadores de Nicaragua (Cadur) anunció la creación de una comisión para dar respuesta a las demandas de los pobladores que fueron afectados por inundaciones en al menos seis residenciales, ahora su presidente, Ricardo Meléndez, dice que son los dueños de los proyectos los que deben dar una solución a las quejas.
En todo caso, Meléndez dice que son los proveedores los que tendrían que ampliar la garantía para que esta se extienda a los compradores de vivienda.
Insiste en que las viviendas que construyen las urbanizadoras cuentan con la calidad que exigen las normas y niega que se esté construyendo en zonas de riesgos, porque de lo contrario las alcaldías y las autoridades gubernamentales no darían los permisos que estos les dan a los dueños de proyectos. Dice que todas esas decisiones se toman tras meses de estudio de impacto ambiental.
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Para eso, Meléndez dijo que las juntas de vecinos son las que deben “plantearle” directamente a los dueños de los proyectos las demandas, para que estas respondan. Esa posición se contradice con las declaraciones de la semana pasada de esta Cámara, que había dicho que la comisión, donde están las alcaldías, iba a evaluar los daños y buscar una respuesta de mitigación de riesgo en las urbanizadoras inundadas, algunas de estas construidas a orillas de cauces.
Meléndez dice que precisamente la idea de la comisión que se creó es para aclararle a los residentes de las urbanizadoras todas las dudas que tengan sobre los sistemas de construcción de los proyectos, entre otras funciones.
LOS AFECTADOS
Entre las urbanizadoras inundadas o con afectaciones por las lluvias figuran San Andrés, Valle Santa Rosa, Santa Eduviges, Planes de Veracruz, Bosques de Capistrano y Llamas del Bosque, estas tres últimas con precios mayores a los 70,000 dólares. “Básicamente la junta de vecinos, pero específicamente los afectados tienen que trabajar de la mano con el desarrollador para buscar soluciones en conjunto”, dijo Meléndez.
Los urbanizadores insisten en que las inundaciones ocurridas el 29 de mayo pasado fueron producto de un fenómeno natural, esto a pesar de que el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) no reportó ese día ninguna afectación producto de un huracán o tormenta tropical. Solo señaló que en Ciudad Sandino y otros municipios había caído casi el doble de precipitaciones que en Managua.
¿NEGLIGENCIA?
En el caso de Valle Santa Rosa, el muro perimetral, levantado con loseta y sin arranque en tierra, pese a estar junto a un cauce, el torrencial desplomó la construcción e inundó 32 viviendas, según pobladores de la zona. Hasta ahora, los dueños de ese proyecto solo han hecho circular un comunicado explicando lo ocurrido, sin comprometerse públicamente a construir un muro de contingencia e instalar un sistema de aguas pluviales, tal como lo exigen los habitantes de ese sitio.
Al ser cuestionado al respecto, Meléndez dijo que si la Alcaldía o las autoridades de Gobierno dieron los permisos de construcción correspondientes, es porque consideraron que la zona y el dueño del proyecto cumplía las condiciones requeridas.
Meléndez evitó opinar sobre la necesidad de construir muros de contingencias en zonas de riesgo, como los cauces. “Todas las urbanizadoras están obligadas a hacer distintos sistemas de drenaje y las alcaldías están obligando ahora a que también las aguas que generan cada casa se infiltren lo más que se pueda, de tal manera que el agua que pase al sistema pluvial sea la menor cantidad posible”, afirma.
Y si fue una lluvia de cuatro horas y se inundaron varias residenciales, ¿están preparadas estas viviendas para un huracán o tormenta tropical? Meléndez esquiva responder.
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