ESTAMBUL/AFP
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, recibió a “representantes” de los que realizan protestas antigubernamentales desde hace trece días en rechazo a un proyecto de remodelación de la plaza Taksim, y les habló de la idea de un referéndum sobre el proyecto, con la esperanza de que acaben las protestas.
“Pienso que tras el gesto de buena voluntad, los jóvenes van a decidir abandonar el parque Gezi”, expresó Huseyin Celik, viceprimer ministro turco. “El parque Gezi debe ser desalojado cuanto antes. No podemos aceptar que estas manifestaciones continúen eternamente”, exhortó.
Los once miembros procedentes de ONG y de la sociedad civil, expertos y artistas, que se reunieron con Erdogan y cuya legitimidad ponen en tela de juicio los manifestantes, esperarán hasta hoy para dar a conocer su reacción a la propuesta.
Tras el violento desalojo de la plaza Taksim, el martes, el parque Gezi, cuyo proyecto de destrucción originó estas protestas contra el primer ministro el 31 de mayo, fue ayer el último reducto de la protesta. Muchos de sus ocupantes abandonaron las carpas por miedo a ser expulsados por la Policía. Solo algunos centenares de irreductibles pasaron otro día más, determinados a proseguir su protesta para proteger “su” parque y sus 600 árboles.
“No tenemos miedo”, expresó ayer Anessa, una fotógrafa de 29 años. “La gente aprende a no tener miedo al Gobierno”, manifestó Fulya Dagli, estudiante de derecho que advierte: “Por eso no nos vamos a ir”.
En Ankara, la policía antidisturbios lanzó gases lacrimógenos anoche para dispersar a las 2,000 personas que se congregaron en la calle Tunali, gritando eslóganes contra el Gobierno.
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