Geraldina González C.
María José Rojas Luna es una arquitecta que encuentra inspiración en objetos poco usuales. Utiliza, básicamente, piezas de metal desechadas. Desde hace tres años ha creado una línea de mobiliario para el hogar, combinando el diseño y la arquitectura, y recientemente estuvo presente en la exposición Diseñadores por Conanca, una actividad benéfica que estuvo llena de mucho talento nicaragüense.
¿Qué caracteriza los diseños de María José?
Es mobiliario a base de material de reuso. Son metálicos en su mayoría, pero tienen toques de vidrio y tela. La mayor parte está hecha a base de chatarra, es decir, cosas que se desechan. Yo agarro eso y lo convierto en un mobiliario funcional y estético. No es algo que al verlo parezca que estuviera hecho de chatarra porque el acabado es bastante nítido, bien trabajado y sobre todo funcional. Si voy a diseñar una mesa es porque cubrirá todas las funciones de una mesa y porque va a aguantar peso. Yo creo que es ahí donde entra la parte de la arquitectura, el hecho de que algo funcione bien.
¿Por qué material reciclado?
Comenzó como un proyecto de la universidad. Teníamos una feria que se llamaba Emprendedores, y con un grupo de compañeros decidimos hacer mobiliario a base de material reciclado. Cada quien se dirigió por una tendencia: periódico, madera y yo decidí irme por el metal, y así comencé. En algún momento fue una asignación, después se fue convirtiendo en un pasatiempo y ahora se ha hecho como parte de mí el diseño y el uso de estos materiales.
¿Qué te hizo enamorarte de este tipo de diseño, al punto de convertirlo en tu trabajo?
Cuando lo asignaron como proyecto, la idea era hacer algo relacionado con lo que estábamos estudiando. Yo creo que fue ahí el detalle que hizo que pasara a ser lo que hago ahora. El diseño es parte de mi vida, es lo que me gusta hacer, en lo que me divierto. No es necesariamente mi trabajo, porque no lo veo como tal. El hecho de que sea nuevo ha hecho el cambio.
¿En qué te inspiras a la hora de diseñar?
Creo que cada pieza depende mucho de lo que es en esencia. No hay en sí una inspiración específica de cómo quiero que sea. En el proceso en que la pieza se va creando, se va juntando con otras cosas. Es un proceso donde uno va descubriendo las pautas.
¿Cómo fue tu experiencia en la noche de Diseñadores por Conanca?
Fue un evento bastante bonito porque se trató de apoyar un poco más la causa, todos estuvieron conectados en ayudar a los niños. Yo presenté un stand con mobiliario, objetos decorativos tipo lámparas y también esculturas. Creo que gustó bastante porque tuvo buena aceptación. Es un tipo de diseño diferente, creativo e innovador, y es algo que se recibe bien porque te das cuenta de con qué está hecho y de cómo convertís algo que probablemente ya estaba en desecho, en algo completamente funcional. Fueron muebles de material metálico y vidrio, que no es reciclado.
¿Cómo te proyectas a futuro?
No tiendo a hacer muchos planes a futuro, porque siento que es algo que no podés del todo decir, pero sí me gustaría que se conociera mi trabajo y que las personas comenzaran a tomarle un poco más de valor a ese tipo de cosas. Creo que acá normalmente no se le da mucho valor a los diseñadores porque es difícil comenzar.
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