Todo lo que nos hace felices nos vuelve también más longevos. Uno de los primeros en probarlo ha sido Ruut Veenhoven, de la Universidad Erasmus de Rotterdam, quien sugiere definir la felicidad como el “goce subjetivo de la vida cuando se evalúa globalmente”.
Tras analizar treinta estudios científicos sobre el tema, este estado no solo prolonga la vida de las personas sino que además evita que contraigan enfermedades.
Veenhoven lo atribuye a que la infelicidad crónica causa estrés, que a su vez reduce la capacidad de respuesta del sistema inmune cuando algo nos ataca.
Sin obviar que las personas infelices son menos propensas a adoptar un estilo de vida saludable.
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