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En sus discursos, el presidente inconstitucional Daniel Ortega constantemente menciona a “los pueblos originarios”. Sin embargo, teniendo el control de todo el Estado, no ha sido capaz de mandar a hacer cumplir la sentencia de la CIDH a favor de estos.

Estado aún está en deuda con pueblos indígenas

Hace ocho años la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) falló en contra del estado de Nicaragua en el caso del partido indígena Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakanka (Yatama) y, aunque el país resarció económicamente a esa agrupación política, el tema de fondo no ha sido tocado.

Ramón H. Potosme

Hace ocho años la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) falló en contra del estado de Nicaragua en el caso del partido indígena Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakanka (Yatama) y, aunque el país resarció económicamente a esa agrupación política, el tema de fondo no ha sido tocado.

La doctora en derecho de la universidad de Chile Nancy Yañez, especialista en derecho indígena, plantea que el fondo de la sentencia es el mandato al estado de Nicaragua a que los pueblos indígenas sean representados de acuerdo con sus instituciones propias y no las impuestas por el Estado nacional.

Esto implicaba reformas a la Ley Electoral para adecuar la participación y representación de los pueblos indígenas. Pero a la fecha, según Yañez, la situación es la misma a antes de la sentencia pues se exige a los indígenas estar en partidos políticos y la inscripción en una cantidad de municipios y candidaturas, lo cual exige un nivel organizativo. Lo que implica que los pueblos originarios adecúan sus sistemas comunales a las exigencias del Consejo Supremo Electoral.

Al respecto, Yañez señala que hay países que han hecho cambios sustanciales en sus legislaciones y han tenido resultados visibles en cuanto a la representación cultural. En el ejemplo de Bolivia, Yañez indica que se cambió la representación tanto en el órgano electoral como en las asamblea legislativas, el congreso, el poder ejecutivo y el poder judicial.

“Esto porque en sociedades plurinacionales como las nuestras, la democracia debería ser capaz de representar la diversidad de características de nuestras comunidades. No hablamos de una representación de una realidad demográfica, sino de una diversidad cultural y de un sistema de vida y costumbres marcado por esa diversidad”, afirma Yañez.

Para Yañez es importante que la toma de la decisión política, ya sea para la adopción de políticas públicas, medidas administrativas o las decisiones judiciales, recoja la cosmovisión indígena. La especialista explica que la realidad indígena tiene distintas formas de conocimiento y otras prioridades. Señala que las movilizaciones de los pueblos indígenas han tenido eco en las organizaciones de la sociedad civil.

Yatama ha propuesto reformas a la Ley de Autonomía e introdujo una Iniciativa de Ley de territorios indígenas en las cuales plantea la desaparición de algunos municipios con matriz indígena y que, en su lugar, se establezcan únicamente los gobiernos territoriales.

Para Yañez el tema de cuál es la mejor manera de establecer las instituciones propias de los pueblos debe resultar de una amplia consulta entre todos los pueblos indígenas de la región y ni el estado ni ninguna organización pueden arrogarse la representación de todos los pueblos.

Sobre Yatama, Yañez señala que si bien tiene una amplia base social, sobre todo de la étnica miskita, el espectro de diversidad cultural es mucho más amplio.

Política Estado pueblos indigenas archivo

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COMENTARIOS

  1. miskito
    Hace 11 años

    Ea muy interesante el articulo ni el estado ni ninguna organizacion politica pueden arrogarse la representacion de todos los pueblos en caso de la costa la organizacion yatama se ha arrrogado la representacion de todas la etnias

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