Lucydalia Baca Castellón
La Cámara insiste en que lo más barato casi siempre sale más caro.
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Menos del 25 por ciento de los bloques artesanales, semindustriales e industriales que se venden en Managua cumple con las normas de construcción vigentes en el país. Mientras que el acero solo responde satisfactoriamente a una de las pruebas que exigen las buenas prácticas de construcción.
Estos son algunos de los hallazgos de una investigación realizada por la Cámara Nicaragüense de la Construcción (CNC), y confirman el temor de que el irrespeto a las normas de construcción, el uso de materiales y mano de obra inadecuada y la falta de estudios de suelo previos a la realización de las obras están poniendo en riesgo la vida de las personas.
Para el presidente de la CNC, Benjamín Lanzas, es lamentable que en el país exista “un sinnúmero de normas y leyes vigentes”, para asegurar la calidad de la construcción, pero las instituciones encargadas de hacerlas cumplir no están en capacidad de hacerlo. “Las alcaldías deberían darle seguimiento a las obras que autorizan, pero una vez que otorgan los permisos no tienen los recursos para darle seguimiento”, dijo.
Para evitar las “catástrofes” que el incumplimiento de los códigos de construcción pueden provocar, por ejemplo durante un terremoto, la CNC busca el mecanismo que permita dar seguimiento a las obras. Además, durante la Feria de la Construcción que se realizará la próxima semana entregará 20,000 manuales con reglas básicas de construcción.
En la feria se realizará un foro para concienciar sobre la necesidad de unificar los parámetros para garantizar la calidad de las construcciones.
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