Mabel Calero
Diarrea, vómito, desnutrición y enfermedades de la piel, son padecimientos recurrentes en muchas familias que se abastecen de agua en la cuenca del río Grande, de Carazo, ubicado en La Conquista, donde llegan a parar todos los desechos sólidos de varios municipios.
81 por ciento de la basura que se produce en Carazo es orgánica y el 19 por ciento es inorgánica.
5,717,787 córdobas es lo que se estima anualmente invierten las alcaldías para limpieza y recolección de basura.
78.73 por ciento de la inversión para la recolección de basura subsidian las alcaldías y solo un 21.27 por ciento es lo que se recaudan del servicio.
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Los vertederos de los municipios de Diriamba, Dolores, Jinotepe, Santa Teresa y La Conquista, son los principales contaminantes por tener cerca cañadas que desembocan en el río Grande, que tiene 40.34 kilómetros de largo, desemboca en el océano Pacífico y sus principales afluentes son los ríos El Cangrejero, El Ojochal, El Bosque y El Ticuiche.
“Los desechos que son depositados en el vertedero, los miles de toneladas que se generan van a parar al río Grande, de Carazo, pero además el rastro municipal de Jinotepe, las aguas mieles del Beneficio Santa Margarita, los residuos del Hospital Santiago y las aguas residuales desembocan en el río”, lamentó Walter Guzmán, coordinador de proyectos del Museo del Trópico Seco de Carazo.
Debido a la problemática la Asociación para el Desarrollo Comunitario del Departamento de Carazo (Adeca), financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) en Nicaragua, han llevado el proyecto Agua y Saneamiento a 879 familias de 15 comunidades, que son abastecidas por la subcuenca del río Grande de La Conquista, sin embargo la problemática afecta a más familias y pone en riesgo uno de los recursos naturales más importantes del departamento.
DOS PROPUESTAS
Guzmán afirma que para mitigar la situación se han discutido dos propuestas con la Asociación de Municipios de Carazo (Amuc). Hacer un relleno sanitario para los ocho municipios de Carazo o bien hacer dos rellenos, uno que atienda los municipios del norte y otro que atienda los municipios del sur.
“La falta de recursos para hacer los estudios de prefactibilidad, para hacer los rellenos sanitarios, ha sido un obstáculo, pero sería una solución idónea a este problema, igual hay alternativas que no se requiere de mucha plata sino de disposición de las autoridades”, explicó Guzmán.
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