EL CAIRO/AFP
Decenas de miles de egipcios se manifestaron ayer en todo el país, convocados por los partidarios y adversarios del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi, en concentraciones que dejaron cinco muertos y 72 heridos en enfrentamientos en Alejandría.
Las autoridades reforzaron la seguridad ayer en el país para esta jornada de alto riesgo en la que bandos contemplaban medir fuerzas en las calles, cuando la violencia relacionada con los conflictos políticos dejó más de 200 muertos desde hace un mes.
Las manifestaciones convocadas por los Hermanos Musulmanes, movimiento al que pertenece Mursi, salieron desde una treintena de mezquitas para confluir cerca de la Universidad de El Cairo y ante la mezquita Raba al Adawiya. El guía supremo de la cofradía islamista, Mohamed Badie, animó a sus simpatizantes a no bajar la guardia ante el “sangriento golpe de Estado”.
El general Abdel Fatah al Sisi, también ministro de Defensa y viceprimer ministro, llamó el miércoles a los egipcios a que se echen a la calle para darle un “mandato” para “acabar con el terrorismo y la violencia”.
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