El Güegüence es una obra satírica de teatro de un autor anónimo, lleva bailete, danza, parlamentos y música de tiempos de la colonia española. Es quizás la obra de teatro más antigua del continente americano, se cree que data de la primera mitad del siglo XVII. La palabra güegüe en náhuatl significa “viejo”.
La trama de 314 líneas de parlamentos en esta obra está escrita en español antiguo con algunas expresiones en náhuatl.
Los chorotegas en Nicaragua no hablaban náhuatl sino mangue, pero la primera era la lengua de los mexicanos y era ocupada como “lingua franca” por los “principales” de los territorios indígenas mesoamericanos. Es decir que no se aplica a los matagalpas del área centro-norte, quienes eran de lengua “matagalpa” de la rama macro-chibcha o suramericana.
Sería buena costumbre que los folcloristas antes del acto expliquen al público estas cosas para que esté enterado y los espectadores gocen y aprendan acerca de la trama histórica.
Pues esta obra es nacional y se cree que es la obra teatral más antigua del continente, tanto así que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) el 25 de noviembre del año 2005 la declaró El Güegüence o Macho Ratón como, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
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El argumento de la obra El Güegüence es más o menos así: El viejo o güegüe era un empresario indio chorotega, posiblemente del área de Diriamba, que hacía viajes de comercio con recuas de mulas trayendo mercancías desde Acapulco hasta la “Manquesa” en la actual Nicaragua, es decir los actuales “pueblos blancos” de Diriamba, Jinotepe, Masatepe, Niquinohomo, Diriá, Diriomo e incluso Masaya.
El güegüe compraba mercancías en Acapulco, que venía en galeones españoles desde las Filipinas y China, cosas como trastos de cerámica china, telas de seda, jarros, collares de perlas, etc. y las iba vendiendo en el camino entre México y Nicaragua.
Como había fronteras donde cambiaba la autoridad entre gobernadores españoles le “trababan” impuestos en cada entrada, entonces el viejo tenía que ingeniárselas para reducir la tasa.
Cada parada obligada en las fronteras era literalmente un show “cantinflesco”, pues el viejo y sus hijos con bailes, música y discursos enredaban con sus “chagüites” o parlamentos a las autoridades, llegando al final de uno de esos largos viajes a casar a uno de sus hijos con la hija del gobernador llamado “Tastuanes” en la obra. En esta obra folclórica los actores usan máscaras y vestimenta representando a españoles en son de burla. Como son muleros uno de los caracteres es el “macho mohíno” usando una máscara con cara de mula, etc. El Güegüence es presentado durante las fiestas patronales de San Sebastián en Diriamba del 17 al 27 de enero de cada año.
Documento en pergaminos
Estos manuscritos quedaron escondidos por 225 años, no fue sino hasta allí por 1870 que un culto granadino de nombre Juan Eligio de la Roca encontró un atado de documentos antiguos en papel pergamino y los conservó hasta su muerte, heredándolos su hermano Jesús de la Rocha. Un día le contaron a Jesús que estaba en Masaya un médico alemán buscando cosas antiguas de los indios chorotegas, entonces Jesús los llevó a enseñar a ese culto médico de nombre Karl Berendt quien vivió en Masaya durante dos años.
Este se percató del valor de los pergaminos y se los solicitó, Berendt luego llevó este tesoro, así como un vocabulario de la lengua chorotega y un vocabulario de la lengua populuca (matagalpa) al más grande lingüista de la época que residía en Filadelfia, el médico de nombre Daniel Garrison Brinton, quien con gran gusto los adquirió.
Brinton había estudiado el náhuatl y sabía leer documentos antiguos en español, los tradujo al inglés y los publicó en 1883 en Filadelfia como: The Güegüence – a comedy ballet in the Nahuatl-Spanish dialect of Nicaragua.
Ver en la versión impresa las páginas: 6 B