Manrique Vargase
La ciudad de Hong Kong fue escogida como catapulta de lo que sería la obra de infraestructura más importante del siglo. Lejos de darle popularidad a la empresa en nuestra región, el nombre despertó aún más dudas de las que ya habían sobre la viabilidad del proyecto. Sin embargo Hong Kong es una sede competente y esconde algo más que ser una de las cumbres del mundo financiero.
Hong Kong ha sido la conexión de China continental con occidente gracias a su ubicación que conecta a la primera región china en industrializarse con el mar. Este Puerto Fragante (Hong Kong en chino) desarrolló una voraz industria de logística y manufactura que pronto evolucionó a un centro bancario altamente reglamentado y transparente que incluso asusta a sus progenitores en Nueva York y Londres.
Hong Kong es la región más densamente poblada del planeta. No solo cuenta con la mayor cantidad de rascacielos en una ciudad sino también con el mejor sistema de transporte impulsado por los trenes como columna vertebral, que logran la huella de carbono per cápita más baja del mundo en este sector. Su infraestructura se desarrolla por medio de licitaciones y contratos abiertos que generalmente son adjudicados a las mejores empresas de ingeniería civil de Hong Kong, China, Australia, Gran Bretaña, Francia y Japón. Corruption Perception Index coloca a Hong Kong como el segundo país más transparente de Asia.
Bajo el lema de “la conectividad trae prosperidad”, la mayor parte del gasto gubernamental se dirige a la infraestructura. Hace 15 años Hong Kong construyó uno de los mejores aeropuertos del mundo en una isla artificial. El proyecto para el aeropuerto más caro de la historia costó 20 billones de dólares y es considerado uno de los mayores logros de la ingeniería civil en el siglo XX. El aeropuerto conecta el tráfico aéreo de Asia y atribuye en gran medida a la economía.
Hoy el gobierno tiene planes de expansión de infraestructura fundamentados con estudios de factibilidad listos para el 2030. Los planes pasan un extenso periodo de consulta popular para no sorprender como lo hacen nuestros gobiernos. Consulta popular y procesos públicos; así se desarrolla infraestructura de calidad mundial. Actualmente justo en frente de la isla del aeropuerto se observa la construcción de lo que sería uno de los puentes más largos del mundo de US$$10.7 billones de dólares construido en conjunto a la República Popular China quien se asoma detrás del borde con otra historia totalmente diferente.
Sin duda la nueva potencia mundial quiere camuflarse desde Hong Kong para extender sus tentáculos en la región centroamericana, capaz de agilizar la distribución de sus bienes a través de los principales océanos del orbe. Esta presencia china no es motivo de asustarse. La política exterior de Beijing ofrece un nuevo refrescante modelo de cooperación. Si bien sus compañías estatales son cuestionadas, en tan solo veinte años China ha construido más obras de infraestructura en África de lo que Europa y Estados Unidos construyeron juntos en cien años. Para algunos es una nueva colonización pero para muchos otros, un salto a un bajo precio para países en vías de desarrollo como los nuestros para jugar con la modernidad.
El fugitivo Snowden dijo que escogió a Hong Kong como primer refugio, por su “independencia, compromiso a la libertad de expresión y el derecho a la disidencia política”. Sin embargo el acrecentado acercamiento a la República Popular de China produjo el rechazo de los líderes del gobierno. Este acercamiento podría estar reflejado en la compañía Hong Kong Nicaragua Development Investment, que urge de un gran respaldo para inyectar confianza.
La hazaña de un Canal es inimaginable incluso para los sueños mágicos de cualquier Aureliano. El canal le queda pequeño a un súper Wang Jing y a un pequeño país con inestabilidad política. El panorama es turbio y probablemente Hong Kong será recordado como el origen de ese proyecto que ilusionó a muchos nicaragüenses y asustó a otros. Sin embargo vale la pena entender por un momento lo que significa Hong Kong para los nuevos millonarios chinos: riqueza en un mercado de valores confiable. Este nuevo grupo es el que podría financiar semejante obra y el nombre de la compañía les suena atractivo. En fin, el éxito económico de Hong Kong en Asia no solo se debe a su posición geográfica sino también a un administración inteligente. El autor es estudiante de Ingeniería Civil
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