Carla Torres Solórzano
El Centro Nacional de Radioterapia Nora Astorga es el único lugar que brinda tratamientos de radiación en el país. Y solamente cuenta con dos bombas de cobalto. No hay cifras oficiales de los pacientes atendidos en el centro, pero se estima que son más de 1,500 personas anualmente.
Las bombas de cobalto (máquinas de radiación) se empezaron a emplear en 1948, en Rusia, y luego su uso se extendió por el mundo, dice Fidel Campos, oncólogo radioterapeuta del Centro Internacional de Cáncer (CIC) del Hospital de Diagnóstico de El Salvador.
Nicaragua ha quedado estancada en tratamientos de radioterapia de hace 65 años.
Las inversiones para tratar el cáncer con radioterapia no se han logrado hacer ni a nivel público ni privado, por lo cual algunos pacientes, con el apoyo del Seguro Social y fondos propios, viajan a Costa Rica y El Salvador a realizarse este tipo de tratamientos.
No obstante, extraoficialmente LA PRENSA conoció que en los próximos dos años el Ministerio de Salud (Minsa) estaría trayendo al país una máquina de radiación más avanzada que la bomba de cobalto, llamada acelerador lineal.
Funciona en diferentes Silais del país. En el 2012 ingresaron al Programa de Atención Integral Oncológica del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) un total de 797 pacientes.
Los hombres representan el 51 por ciento de los casos. En primer lugar está el cáncer de próstata, con el veinte por ciento y luego el cáncer de mama, con el 17 por ciento, según el Anuario Estadístico 2012 del INSS.
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De igual forma el Hospital Salud Integral pretende adquirir en los próximos meses, uno de estos equipos que a pesar de haber sido creado en 1960 todavía se utiliza en todos los países centroamericanos.
El problema con las bombas de cobalto radica en que la marcación de la radiación se hace en la piel y desde ahí se dirige; por lo que las dosis no son exactas, ya que no se conoce el punto preciso donde está ubicado el tumor. Lo que sucede entonces es que se radia una amplia zona con el objetivo de llegar al tumor y al hacerlo se dañan órganos cercanos, explica el doctor Campos.
INVERSIONES
Carlos Tobar, radioterapeuta del CIC, señala que muy pocos países en Latinoamérica dedican recursos a sus programas de cáncer. “No disponen de infraestructura ni de recursos humanos para combatirlo”, apunta.
El Salvador es el único país de la región centroamericana que posee dos de los equipos más avanzados para combatir el cáncer. Según Eduardo Lovo, director médico del CIC, el centro que dirige invirtió 6.2 millones de dólares en Tomoterapia Hi-Art y Gamma Ray (Infini) creados desde el 2002.
Antes de comenzar a utilizar la Tomoterapia Hi-Art, los especialistas determinan un plan utilizando imágenes en 3D. Y el resultado es una combinación de tecnología como las imágenes por tomografía computarizada y de resonancia magnética, manifiesta Lovo.
También utilizan un software para establecer el perímetro preciso de cada tumor y al mismo tiempo se planifica la protección de los órganos cercanos.
“El radioterapeuta determina cuánta radiación va a utilizar para destruir el tumor. El sistema de tratamiento de Tomoterapia calcula de manera precisa la dirección y la intensidad de la radiación que se va a administrar, basándose en la dosis prescrita por el especialista”, apunta Lovo.
Otro tratamiento
En cuanto al Sistema de Rayos Gamma Rotatorio Infiniti, el especialista explica que es una máquina exclusiva para el cerebro, que tiene una precisión mecánica abajo de un milímetro y eso permite que cuando la dosis cae en el tumor sea más precisa que el bisturí.
También puede usarse en lesiones no cancerosas. Por ejemplo, para combatir los síntomas de la enfermedad de Parkinson o de la epilepsia y para tratar lesiones no malignas del cerebro en áreas consideradas de mucho riesgo para el uso del bisturí convencional.
Este tipo de tratamientos tiene una falla de un 12 por ciento, la posibilidad de supervivencia es de un 72 por ciento. Los tratamientos tienen un valor de 15,000 dólares, pero la Fundación del Hospital de Diagnóstico beneficia a personas de escasos recursos.
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