Matthias Dietrich *
Hemos realizado hace pocos días un primer encuentro entre personas con discapacidad y sus organizaciones con representantes de empresas miembros de la Unión Nicaragüense para la Responsabilidad Social Empresarial, UniRSE.
Este interesante y necesario evento fue muy importante ya que han participado organizaciones de personas con discapacidad como por ejemplo Adifim, Anidar, Ansnic y Feconori, representantes del Gobierno (Mitrab e Inatec) y representantes del sector empresarial. Agradecemos a la Universidad American College por haberse ofrecido como anfitrión de este novedoso evento.
Existen experiencias positivas en empresas nicaragüenses que han ofrecido trabajo a personas con discapacidad, como los casos de Yazaki y de Walmart. Un ejemplo muy especial es el de la empresa Yazaki (anteriormente conocida como Anecom). Dicha empresa desde hace unos años ha tomado la decisión de invitar a un grupo de personas sordomudas para trabajar en la empresa. La empresa hoy por hoy puede mostrar casos de buenas prácticas. Estas prácticas dependen mucho de dos factores: por un lado la creación de confianza entre todos los participantes (tanto de los colaboradores de la empresa como de los personas con discapacidad y sus familiares). Y por el otro: la importancia de la preparación de los demás colaboradores al ingreso de sus nuevos colegas. La empresa ha logrado cumplir con las dos tareas y hoy puede demostrar que la inclusión de estos nuevos colegas ha traído un valor agregado tanto a la empresa como a las personas con discapacidad.
En el evento se ha demostrado que en Nicaragua existe la base legal para la incorporación de personas con discapacidad a empresas, así como también la gran disposición de estas personas de incorporarse al proceso laboral. Creemos que para que las empresas puedan llevar a cabo este tipo de práctica lo que hace falta es la voluntad de ambas partes: empresas y discapacitados de buscar cómo hacer posible la inclusión. Algo muy importante para eso es crear condiciones en las empresas, pero sería muy importante también crear estímulos para las empresas que se dedican conscientemente a este tema. Hemos entendido que hay mucha capacidad en las personas con discapacidad, que en muchos casos son muy buenos trabajadores, bien preparados y con excelente voluntad.
Si, puede ser que estas personas tal vez no pueden ver, ni escuchar o hablar, pero creo que lo peor de no ver es no tener visión o de no oír es no tener entendimiento.
Las empresas que han ofrecido trabajo a personas con discapacidad han sentido un valor agregado y al mismo tiempo ayudan a estas personas a mejorar su situación económica y su autoestima. Es realmente una situación ganar-ganar.
(*)Director de UniRSE
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