Pequeña matemática
Julio Portocarrero
Los chinandeganos ahora no solo tendrán el clima más cálido y la caña de azúcar más cool de toda Nicalandia. ¿Y eso? Aquí Entre Nos te contamos que ahora también “sacarán pecho” en el campo educativo, pues Irma Leonor Méndez Oviedo se convirtió la semana pasada en la “cerebrito” número uno de la Olimpiada de Matemáticas a nivel nacional. Ella estudia sexto grado de educación primaria en el Colegio Hogar Pablo VI, en donde según su mamá, Esperanza Oviedo, siempre se ha destacado. Para alcanzar este logro Irma tuvo que realizar 5 exámenes de matemáticas; a nivel de colegio, en el núcleo educativo, a nivel municipal, departamental y nacional, concursando en este último con 18 niñas de toda Nicaragua. “Este logro me ha hecho sentir muy alegre y le doy gracias a Dios, a mi familia y a todas las personas que me apoyaron para conseguirlo”, contó a Aquí Entre Nos esta chinandegana, quien en sus tiempos libres practica tenis, futbol, escucha música, lee, escribe y toca el piano ¡fiera!. Para ella la matemática es una ciencia interesante pues se utiliza en todos los momentos de la vida. ¡Ojo! Y a los chavalos del “suple” esta chavala les recomienda “estudiar y creer en Dios en todo momento, pues con Él, todo lo podemos lograr”. Aaah… agradecemos a nuestro amigo Saúl Martínez, corresponsal de LA PRENSA en Chinandega, quien se dio a la tarea de localizar a Irma y hacerle estas “pics”. Saludos.
Perseverancia al cien
Luis Eduardo Martínez/Colaboración
En el corredor de la casa de madera en que viven, en la cima de un cerro, en la comunidad El Zapote, municipio de Matagalpa; madre e hijo se funden en un cálido abrazo. Él la besa en la frente y ella cariñosamente lo bendice expresándole además que se siente orgullosa de él. Pero, las emociones de Vilma Cantillano parecen encontradas pues sabe que por primera vez Hadson Raúl Jarquín Cantillano, el cuarto de sus cinco hijos, estará fuera de casa durante dos años y medio, tiempo en el que estudiará la carrera de Control de Calidad, en San Luis, Estados Unidos. ¡Qué cool! ¿no? Hadson fue becado por un programa de la Embajada de Estados Unidos en Nicaragua. “Aunque con dificultades, él se ha propuesto y se ha ganado esa beca”, dice su mamá, mientras se autoconsuela en la despedida: “Por lo menos podremos estar comunicados por teléfono”. Hadson es considerado como “un ejemplo de esfuerzo” por los habitantes de El Zapote, una comunidad a 35 kilómetros al este de Matagalpa. En la Escuela Germán Pomares compartió su testimonio para alentar a los estudiantes a que en medio de las dificultades que enfrenten puedan salir adelante gracias a su optimismo. Este chavalo matagalpino se bachilleró en 2011. “En la ciudad los compañeros tenían acceso a bibliotecas, internet y todas las ventajas posibles, pero en el caso mío, estando en el campo me logré superar”, dijo el joven de 22 años. Antes de tomar el vuelo que lo trasladó a Estados Unidos, agradeció el apoyo de la Asociación Nicaragüense para el Desarrollo Sostenible (Anides), organización que a través de un programa de educación en El Zapote, es enlace del Programa de Becas Semilla, de la Embajada de Estados Unidos en Nicaragua, la cual le colaboró con los trámites para aplicar a la beca. Éxitos Hadson en esta nueva etapa de tu vida.
Con espíritu altruista
Lidia López
Su nombre es Marco Castro Sánchez y es el presidente del Club de Jóvenes Voluntarios Interact Lincoln Managua-Tiscapa. Aunque este chavalo tenga vacaciones o esté full de trabajo el fin de semana siempre tiene un compromiso en el Hospital Infantil Manuel de Jesús Rivera “La Mascota” . Marco, junto con 45 estudiantes del colegio Lincoln se encargan de atender a la gente que visita este hospital. ¡Ojo! Pero no te confundás, no creás que él es un doctor más. No. Para que Marco pueda ayudar, primero pasa por una capacitación donde le enseñan las maneras de detectar cierta enfermedad en los niños, como lo fue en la campaña Nacional de Prevención de Ceguera Infantil que hace algunas semanas se realizó en “La Mascota” y donde Interact dijo presente. Y así se la ha pasado por cuatro años, apoyando a los doctores de diferentes especialidades en las jornadas que el hospital realiza. Y como un buen ejemplo de que los jóvenes no solo piensan en divertirse, este chavalo de 17 años recientemente recibió dos reconocimientos por parte de la presidenta del Club Rotarac (de adultos voluntarios) y del Club Rotario, donde destaca su excelente desempeño a través de su rol de presidente y como joven voluntario. Definitivamente su espíritu altruista es admirable, pues él fue quien consiguió que Rotaract tenga 45 chavalos unidos a esta obra social, además de la certificación del club como parte del Club Internacional Rotarios. ¡Qué fiera! Marco contó a Aquí Entre Nos que se siente orgulloso de ayudar a quienes más lo necesitan. “Hay que motivar a los chavalos a que se unan a este tipo de grupos, y enseñarles a las futuras generaciones sobre estas acciones, mostrándoles liderazgo”, nos dice. ¡Enhorabuena Marco por tu labor social!