14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

¿Se podría contrarrestar la enfermedad holandesa en el caso del Canal?

El debate sobre la “enfermedad holandesa” volvió a ponerse de moda durante la década pasada, cuando el FMI expresó su preocupación por la propuesta de incrementar la asistencia oficial hacia los países en desarrollo, para contribuir a que estos pudiesen alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio. El argumento del FMI era que el incremento propuesto podría dar lugar a que los países receptores de ayuda contrajeran dicha “enfermedad”.

Adolfo José Acevedo Vogl (*)

El debate sobre la “enfermedad holandesa” volvió a ponerse de moda durante la década pasada, cuando el FMI expresó su preocupación por la propuesta de incrementar la asistencia oficial hacia los países en desarrollo, para contribuir a que estos pudiesen alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio. El argumento del FMI era que el incremento propuesto podría dar lugar a que los países receptores de ayuda contrajeran dicha “enfermedad”.

Como explicamos anteriormente, “enfermedad holandesa” es la sobrevaloración crónica del tipo de cambio real causada por un influjo abundante de recursos externos, que genera una tasa de cambio claramente por debajo de la que sería compatible con la rentabilidad de los sectores potencialmente transables de la economía (exportables o sustitutos de importaciones), aún produciendo con tecnología moderna.

Esto bloquearía durante un período prolongado cualquier posible proceso de cambio estructural del resto de la economía. Equivaldría a “echar sal” para que por mucho tiempo no pudiesen florecer las actividades transables —y recuérdese que en Nicaragua las actividades típicamente transables son la actividad agropecuaria, agroindustrial e industrial—.

Promover un proceso virtuoso de reestructuración productiva, que permitiese cambiar el tipo de inserción internacional requeriría, por el contrario, mantener un tipo de cambio real alto y estable.

El tipo de cambio real competitivo, como también ya lo definimos antes, sería aquel consistente con la rentabilidad de la producción de una amplia gama de productos internacionalmente transables, para su colocación en el mercado externo o el interno.

Al ampliar la gama de productos potencialmente rentables se acrecientan también las posibilidades de crecimiento y diversificación de la producción y del empleo.

Además la “enfermedad holandesa” suele tener otra arista: al impedir la permanente diversificación de la estructura productiva y el empleo, se consolida la dependencia de la economía con respecto a uno o algunos pocos enclaves, y esta entra en una crisis global cada vez que los dichos enclaves son afectados por algún shock exógeno.

Frente a estas preocupaciones, los economistas que propugnaban por el incremento de la asistencia oficial al desarrollo —entre ellos muchos vinculados a diversas agencias de Naciones Unidas— respondieron que si estos flujos se orientaban a incrementar la inversión pública en capital humano e infraestructura básica, y contribuían a incrementar de manera importante la productividad media de la economía y su potencial de desarrollo, los efectos de dicha “enfermedad” podrían ser neutralizados.

El interés pasó a centrarse entonces más en asegurar la calidad del programa de inversiones públicas, que en la preocupación por la enfermedad holandesa.

Es interesante que un argumento similar, en términos de que todo se resolvería más o menos favorablemente si se invirtiese paralelamente en educación e infraestructura productiva, se utilice en Nicaragua para tranquilizar las preocupaciones en términos de que la construcción del Canal interoceánico daría lugar a un fenómeno verdaderamente masivo de “enfermedad holandesa”.

Lo que llama particularmente la atención es que, en este caso, el argumento acerca de la posibilidad de contrarrestar la “enfermedad holandesa” se aplique a una situación completamente distinta a la que hemos descrito al inicio. Para utilizar una expresión figurada, en este caso se estarían comparando los efectos de que le caiga a uno encima un enorme elefante, con los que conllevaría para uno soportar la carga de un animalito de peso y masa mucho más modestos.

Nicaragua ha sido receptor de flujos extraordinarios de cooperación externa en los últimos 20 años, los cuales, en términos relativos, se colocan entre los más elevados del mundo.

Sin embargo, en comparación, los flujos de capital que se supone serían invertidos en la construcción del canal, equivaldrían a comprimir el equivalente a 70 años consecutivos de desembolso del monto promedio anual de cooperación externa recibido por el país hasta ahora, en un lapso mucho más corto de tiempo.

Ante la desmesurada magnitud de estos flujos, que superarían ampliamente el monto global de la inversión de China en toda África, no habría manera alguna de evitar que el país desarrollase un fenómeno masivo y sin precedentes de “enfermedad holandesa”. Pero no se trata solamente de la abismal diferencia en la magnitud de los flujos, sino también en su destino.

Los flujos asociados a la construcción del canal se destinarían a establecer un enorme enclave estrictamente privado, y separado para todos los fines del resto del país que, por su carácter intensivo en capital, representaría una limitada creación de empleo, y cuyos encadenamientos con el resto de la economía serían también muy limitados. Incluso, en los próximos cien años, los beneficios derivados de la renta diferencial internacional que permitiría generar la explotación del Canal, ni siquiera serían compartidos por el país, que en todo caso es lo primero que se debió asegurar, más allá de la promesa de que el concesionario “procurará” (sin estar comprometido u obligado a hacerlo de manera vinculante) a otorgar a la autoridad del canal algunas migajas.

Más aún, después de experimentar un auge temporal, al cesar las enormes entradas de capital asociadas a la fase de construcción del Canal, dicho auge sería seguido por una depresión y por un agudo estancamiento de la economía, por el efecto histéresis de la enfermedad holandesa.

Economista

[email protected]



Economía Adolfo José Acevedo Vogl Canal archivo

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. de que va, va
    Hace 11 años

    La peor enfermedad es la enfermedad de la derecha: No hacer ni dejar hacer. Esto no es un analisis, sino un comentario parcial,disfrazado, por lo tanto es mal intencionado, pernicioso, destructivo. No toma en cuenta toda la actividad económica colateral que traerá consigo el canal

  2. Nestor
    Hace 11 años

    Según lo que he escuchado y leído, en Nicaragua no se puede hacer nada. En otros países, se realizan inversiones de cualquier magnitud y los inconvenientes derivados se resuelven de la mejor manera, permitiendo un mayor desarrollo. Aquí en Nicaragua si se hace refinería, malo; si se explora para buscar petróleo, malo; si se busca un Canal de cualquier tipo, malo; si se traen grandes empresas para instalarse, malo. A estos economistas, que viven de lo “malo”, no se les encuantra el acomodo.

  3. Rasputin
    Hace 11 años

    Bastante claro, muy bien explicado.

  4. Ismael
    Hace 11 años

    Bla, bla bla. enfocado a desacreditar el canal. De seguro que si le dan “pegue” en el canal y le pagan sus miles de dolares lo acepta.

  5. Un Inversionista frutrado
    Hace 11 años

    Yo me pregunto a Ud. en materia economica, sobre la Rentabilidad de este proyecto, independientemente los gastos en las Mitigaciones de los daños ambientales.
    Con un plazo de 50 años para recuperan una Inversiones de 40,000 millones de Dolares, más gastos Administrativos y operativos de Canal, Ud. creer con este plazo podran recuperan esas inversiones, si no se pueden justifican la Rentabilidad entonce no hablan Inversiones, sin inversiones no habran tal proyecto.

  6. Modesta
    Hace 11 años

    El trabajo de dragado de ese canal es largisimo demasiado profundo
    Se nesecitara dragar en areas que no tienen ningun rio o cauce natural por demasiada distancia
    Tecnicamente lo veo dificil
    Creo que el proyecto va a ser abortado
    La cantidad de agua para mantener una profundidad navegable es demaciada que ni el G-lago abasteceria
    Movida sin ningun estudio

  7. Ismael
    Hace 11 años

    Muchos dicen que el canal va dañar el lago. no es cierto, incluso puede salvarlo, el recurso mas importante del canal humedo es el agua, y lo que mas se va cuidar es el agua del lago, todo los esfuerzo serán para consevar esa agua. Por que si no, no existe canal, ademas que nicaragua produce agua no solo el lago de nic. en invierno hasta hay inundaciones en todas partes, bien se puede recolectar toda esa agua que se pierde en el invierno. Otro dato el lago gatum de panama sumunistra agua potab

  8. Ismael
    Hace 11 años

    Para esto estamos lo humanos, para hacer lo impensable, lo inimagible. En el pasado se penso que no se podia volar, que no podian hacer edificios de mas de 5 pisos y ahora hay rascacielos. La cantidad de agua si la posee Nic. el lago gatum del canal de panama tiene 425 m2 de ext. y satisface la demanda de agua del canal de panama de unos 80 km de ext. por simple logica el lago de nic. que tiene mas 8 mil Km2 de ext podra satisfacer la demanda de agua de un canal de unos 286 km de ext.

  9. Centauro
    Hace 11 años

    O sea el gran elefante blanco para unos cuantos oligarcas nicachinos.

  10. Quienes financiarian este elefante
    Hace 11 años

    Imaginense la bicoca de US$800,000,000.00 OCHOCIENTOS MILLONES DE DOLARES solo en costo anual de intereses asumiendo una tasa conservadora del 5% anual.

    La falta de transparencia con que se esta manejando este megaproyecto nos lleva a pensar que no les interesa atraer al capital privado convencional sino a los narcodolares y los millones de los nuevos ricos de los gobiernos corruptos del “socialismo”.

    O EL GRAN CANAL ES GRAN SHOW MAS .

  11. Ismael
    Hace 11 años

    Mas bien con el canal se salvaría e lago, por que para el canal humedo lo mas importantes es el agua y no van dejar que se pierda el agua. De por si el lago se va perdiendo y no se ha hecho nada para salvarlo, con los recursos del canal se salvara el lago de nicaragua. Modeasta el lago gatum de panama solo tiene 425 km2 de ext. el lago nica tiene mas de 8 mil km2 de ext. y aun asi el gatum les da agua potable a panama y agua para 80km de ext del canal. No Censurar! lebre experesión!

  12. MeguelPotro
    Hace 11 años

    Y siguen con el cuento chino. Bueno yo les doy otro les dare el rayo que convierte la piedra en oro. je je. A ver que enfermedad es esta?

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí