CARACAS/AFP
El presidente venezolano Nicolás Maduro aseguró este martes que aspira aumentar de 400,000 a un millón la cifra de civiles armados (milicianos) para “defender la patria”.
“Tenemos 400,000 milicianos. Tenemos que llegar más temprano que tarde a un millón de milicianos y ahí sí, todos los barrios tienen que estar con la milicia: con su fusil, su organización para defender la patria (…) no con las armas individuales para hacer cosas en contra de la sociedad, para atracar, secuestrar”, dijo Maduro desde un acto de desarme voluntario en la barriada caraqueña de Petare.
El mandatario venezolano dio esta declaración un día después de que las autoridades venezolanas anunciaran la detención de dos colombianos, miembros de una banda de 10 sicarios, que presuntamente planeaban asesinar a Maduro y al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, lo que fue descalificado por la oposición.
Como respuesta al anuncio de las detenciones, Cabello aseguró el lunes que de concretarse el magnicidio, la respuesta del pueblo a “los enemigos de la patria” sería “avasallante”.
Las milicias fueron creadas en 2005 por el mandatario Chávez, como un cuerpo de apoyo de la Fuerza Armada venezolana conformado por civiles para la “defensa integral de la nación”.
El gobierno las llama “pueblo en armas”, pero sus detractores las califican como una “guardia pretoriana” y critican que su creación militarizó a la sociedad.
Maduro impulsa una política de desarme y este martes, designó al secretariado por la paz y la vida para vigilar los avances en la entrega de armas y la disminución de la violencia en las barriadas venezolanas, en las que ha sido desplegado el Ejército para estos fines.
Paralelamente, en mayo Maduro aprobó una Ley para el Control de Armas, Municiones y Desarme que castiga hasta con 20 años el porte ilegal de pistolas en manos de particulares.
Con la política, el gobierno venezolano pretende disminuir la incidencia delictiva del país sudamericano, que registró 3.400 homicidios solo en el primer trimestre de 2013 y cerró 2012 con unos 16,000 asesinatos.