Vladimir Vásquez
Nicaragua autoriza cada año el consumo de tres millones de toneladas métricas de leña para el uso de familias en las zonas rurales y urbanas.
En total unos 800,000 hogares recurren a esta alternativa.
Sin embargo, dijo que aplican la Ley a quienes llevan camiones de producto o que son grandes comerciantes que sacan cantidades exageradas de los bosques.
Los países más afectados en Centroamérica por consumo de leña son Guatemala, Honduras y Nicaragua.
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Sin embargo, el consumo de leña tiene un severo perjuicio en las familias que la utilizan como fuente de generación de energía. A nivel centroamericano unas 37,000 personas mueren prematuramente cada año por la contaminación del aire, según expresó el ministro de Energía y Minas, Emilio Rappaccioli.
De esa cantidad, un diez por ciento de las víctimas son niños que sufren de enfermedades como la neumonía, bajo peso y daño a la capacidad cognitiva.
A nivel mundial, la cifra es todavía más grande, unas dos millones de personas mueren cada año por respirar humo tóxico.
Por esa problemática es que el Ministerio de Energía y Minas intenta promover el consumo eficiente de leña, con cocinas que eviten que el humo se disperse dentro de las viviendas, reduciendo las afectaciones de salud.
Pilar Nores, presidenta del Instituto de Trabajo y Familia de Perú, explicó que las cocinas que proponen como solución de corto plazo, permitirían la reducción del consumo de leña.
“Es preferible reducir el consumo a la mitad y durante ese tiempo se va a desarrollar el bono de carbono, evitando la contaminación ambiental y con ese bono puedo construir nuevas cocinas para otros habitantes que lo necesitan”, dijo Nores.
Reducir el consumo de leña también contribuiría a disminuir las emisiones de dióxido de carbono hasta por 2,400,000 toneladas al año, lo que se traduce en un ahorro de 24 millones de dólares anuales.
El presidente ejecutivo de Inafor, William Schwartz, expresó que el uso de la leña está afectando también los bosques, pues se presiona al bosque natural.
“Estamos promoviendo que la gente pueda sembrar su propia leña, a través de plantas de rápido crecimiento y alta productividad de energía”, dijo Schwartz.
Además explicó que a pesar de que en el área rural hay un alto consumo de leña, en la zona urbana no se ha dejado de utilizar.
En Managua, por ejemplo se autorizan más de un millón de toneladas métricas de leña cada año.
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