En esta ocasión ocuparé el espacio de la columna para dar cabida a una carta del doctor Vicente Maltez Montiel, la cual es tan interesante que vale la pena reproducirla textualmente.
Refiere el doctor Maltez que “En una reciente noticia económica de LA PRENSA titulada “Apicultores se unen” (21-8-2013) se da a conocer la unión de apicultores del norte del país que contribuirá a dar impulso a la creciente producción de miel de abejas que el pasado año exportó más de medio millón de dólares.
“Quiero sugerir que en su muy leída y apreciada columna de mitología y símbolos consideres el abordar la abeja y/o la miel como símbolos, temas de un interés que trasciende lo cultural. Usted, Luis, cumple la recomendación de Teolepto (supongo que se refiere a Teolepto de Filadelfia, sabio y prudente Patriarca de Constantinopla quien vivió entre fines del siglo XIII y principios del XIV), quien pedía “imitar la prudencia de las abejas” en cuanto a su condición laboriosa. Recordará que se ha dicho de ellas que son símbolos solares por el hieroglífico de seis patas con las cuales se les representa.
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“Se dice también que tienen naturaleza ígnea al tiempo que simbolizan elocuencia, inteligencia y poesía. ¿Qué pudiera decirnos sobre la “cintura” de las abejas? Algunas tumbas tienen abejas dibujadas como expresión del anhelo humano de sobrevivencia, pero todas las culturas “se quitan el sombrero” frente a este noble insecto (excepto las africanizadas) por su diligencia y maravillosa organización de sus colmenas.
“Por otra parte, la miel es un símbolo universal de dulzura y alimento no solo físico, pues se le ha considerado sustento, nutrición de santos y sabios. Una leyenda dice que Pitágoras se alimentaba solo del dorado líquido que Virgilio llamó “don celestial del rocío”. Recuerdo haber leído que Píndaro cuando estuvo en el bosque fue alimentado con miel.
“Una de las terapias alternativas que va alcanzando creciente desarrollo en otros países es la Apiterapia que es el uso de productos derivados de las abejas como el polen, miel, propolis (antibiótico natural), jalea real, cera de abejas y el veneno de abejas.
“Para algunos la apiterapia es “un tratamiento de último recurso”, en especial cuando han fracasado los mejores y más avanzados tratamientos disponibles. Por ejemplo, en los dramáticos casos de artritis reumatoide deformante y esclerosis múltiple en las cuales existe un trastorno del sistema inmunológico o de defensa.
“El recurso que se utiliza en los dos casos anteriores y una larga lista de padecimientos es la Terapia con Veneno de Abeja (TVA) el cual deberá aplicarse por personal médico y paramédico de experiencia, teniendo a mano medicamentos para manejar graves reacciones alérgicas o anafilácticas, previa prueba de alergia que se sabe puede darse hasta en un dos por ciento de la población general. No se puede utilizar TVA en las personas afectadas de padecimientos graves.
“Sugiero que los apicultores consideren ampliar sus horizontes de actividad económica vinculando su valioso trabajo y patrimonio con la salud humana de personas seriamente enfermas y hasta en la prevención y conservación de la condición de buena salud y belleza con la ayuda de productos procedentes de las colmenas de nuestro país.
“Estimado Luis, una oportunidad más de ilustrar a sus lectores con un tema tan dulce y quizás puntiagudo. Recibe mis cordiales saludos y parabienes.”
Muy ilustrativa la carta del doctor Vicente Maltez Montiel y al respecto en la próxima columna contaré la leyenda de Euristeo, Eurídice y Orfeo sobre el origen de la miel en la mitología griega.
Ver en la versión impresa las páginas: 10 A
