Ramón Villarreal Bello
La noche del lunes, cuando se presumía que llegarían unas cinco mil tortugas al refugio de Vida Silvestre La Flor, autoridades del Marena y jóvenes voluntarios que ayudarían a protegerlas se movilizaron al sitio. Sorpresivamente solo llegaron 92 quelonios y en diez años de monitoreo es la primera vez que ocurre una baja como esta.
El sábado anidaron unas 500 tortugas, y la noche del domingo 2,819, por lo que el lunes el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) movilizó a 50 jóvenes voluntarios que ayudarían en el cuido de la supuesta arribada.
Activistas ambientalistas, guardaparques, autoridades del Refugio Silvestre La Flor y del Marena se mostraron desconcertados porque hasta la fecha no se presenta ninguna arribada masiva de tortugas marinas.
Mario Rodríguez, delegado departamental del Marena en Rivas, indicó que hasta el momento se está considerando que la falta de arribadas masivas puede ser por efectos del cambio climático.
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Domingo Oporta, coordinador del Refugio Silvestre La Flor, detalló que en los diez años de monitoreo de las tortugas paslama es la primera vez que está sucediendo este fenómeno.
Indicó que la diferencia entre una temporada y otra es de 18 mil a 20 mil tortugas (más o menos por temporada) que anidan en ese refugio. Sin embargo en esta temporada podrían haber 40 mil tortugas menos, dependiendo de cómo sean las arribadas de septiembre y octubre.
Se espera que en septiembre al menos haya cuatro arribadas de 35,000 a 40,000 tortugas, detalló Oporta, sin embargo pone en duda que lleguen más de las 153 mil que anidaron el año pasado.
LAS TEORÍAS
El ingeniero Francisco Chavarría Ñaméndiz, catedrático de la Escuela Internacional de Agricultura y Ganadería de Rivas, indicó que al menos existen tres teorías por las cuales estén llegando menos tortugas al Refugio La Flor.
Según Chavarría, la primera causa podría ser el cambio climático, cuando las corrientes Humboldt del Pacífico conlleva a cambio de temperaturas de las aguas y las especies marinas no tienen claro el cambio de estación climática o se escasea el alimento.
La segunda teoría se atribuye al robo de huevos y una tercera teoría es la pesca a gran escala donde las tortugas puedan ser atrapadas y no las liberen a tiempo.
A pesar de la poca llegada de los quelonios a La Flor, la actividad turística no se ha detenido y se registra buena afluencia de visitantes que buscan ver esta maravilla única que todavía ofrece la naturaleza cuando las tortugas desovan.
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