Mientras las campanas sonaban solemnemente, los estadounidenses conmemoraron ayer el 12 aniversario de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
En una ceremonia matutina en la plaza donde se alzaban las Torres Gemelas del Centro de Comercio Mundial se leyeron, como es tradición, los nombres de casi tres mil personas que fallecieron cuando los aviones secuestrados se estrellaron contra las torres gemelas, el Pentágono y en un maizal cerca de Shanksville, Pensilvania, y también de las víctimas del ataque de 1993.
En una ceremonia en Washington, el presidente Barack Obama manifestó: “Nuestros corazones todavía duelen por los futuros arrebatados, las vidas que podrían haber sido”.
“Doce años son como quince minutos”, expresó en Nueva York, Clyde Frazier, cuyo hijo, del mismo nombre, murió en el ataque y sus restos nunca fueron encontrados.
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