Roy Moncada
“De momento es por 15 años (la concesión)”. Así se expresó Haroldo Montealegre Sansón, gerente país de MPeso, empresa encargada de administrar el pago del pasaje electrónico en los buses de Managua.
Montealegre Sansón no quiso brindar más detalles del contrato que firmó la empresa con los transportistas, porque según él, fue bajo “confidencialidad”.
MPeso obtendría un jugoso ingreso de 46,720,000 córdobas anuales por cobrar el pasaje de forma electrónica.
De acuerdo con el Instituto Regulador del Transporte del Municipio de Managua (Irtramma), 800,000 pasajes se utilizan diario para transportar a unos 400,000 usuarios en la capital.
Si se multiplican los 800,000 pasajes por los 0.16 centavos de córdoba que obtiene MPeso debido al servicio brindado de cobro electrónico, eso da un ingreso de 128,000 córdobas diarios, los cuales al multiplicarse por los 365 días del año, el monto total es de 46,720,000 córdobas.
LA PRENSA ha preguntado por qué se entregó este servicio público de la noche a la mañana a una empresa sin el debido proceso de licitación, y la respuesta de los dirigentes del transporte es que no fue necesaria porque era “entre privados”.
Hace dos días se abordó a la inconstitucional alcaldesa capitalina, Daysi Torres, sobre el tema y ella se rehusó a explicar por qué se adjudicó de forma directa la concesión a MPeso.
CONCEJO DESCONOCE DOCUMENTO
Aunque de acuerdo con la Ley de Municipios (Ley 40) el Concejo Municipal es la máxima autoridad local, los ediles de Managua no han tomado la decisión de descartar completamente el pago en efectivo en el pasaje y aprobar el electrónico.
Es más —aseguró Alfredo Gutiérrez, concejal del Partido Liberal Independiente (PLI)—, “el actual Concejo ni siquiera ha tenido el documento en sus manos”.
“Aunque supuestamente es un contrato entre partes privadas, el Irtramma tendría que haber puesto parámetros para otorgar ese contrato. (El Irtramma) tuvo que haber puesto las partes fundamentales como controlar los puntos de venta (de recarga), tipo de tarjeta y el margen de ganancia de la empresa”, explicó Gutiérrez.
El concejal opositor recordó que a finales de mayo, Francisco Alvarado, director del Irtramma, llegó al Concejo y explicó el sistema de pago electrónico mostrándose como un defensor de MPeso. Para Gutiérrez de nada sirve que el funcionario del Irtramma, a quien señala como responsable del caos, llegue otra vez a una sesión municipal.
TODO FUE A LA CARRERA
El caos que existe en Managua respecto a las tarjetas de MPeso, tiene que ver con la rapidez con que se ha implementado el sistema de pago, sin una educación necesaria ante esta innovación y que la empresa que ahora administra el pasaje no se preparó lo suficiente.
Así analiza el problema el sociólogo Manuel Ortega Hegg, quien apuntó que se siente el cambio de pagar el pasaje de forma electrónica, como una imposición y no como un beneficio.
“En otros países comprás una tarjeta para un mes y esta te cuesta el 70 por ciento de lo que costaría estar comprando el pasaje todos los días ida y vuelta, ese es un incentivo”, ejemplificó el sociólogo.
“Estos errores de la empresa (MPeso) también son del Irtramma, por no prever que había una innovación cultural, que dada la envergadura y el tamaño del proyecto que no solamente era Managua, a la empresa se le debía haber pedido los puestos suficientes, la capacitación, la propaganda para que los usuarios pudieran aceptarla… el responsable último de este problema es la alcaldesa (Daysi Torres) y su Concejo Municipal”, señaló Ortega Hegg.
PROTESTA ASEDIADA POR MOTORIZADOS
A como estaba previsto, el Centro Jurídico Social de Ayuda al Consumidor realizó ayer una marcha de Metrocentro a la oficina central de MPeso para gritar las inconformidades que los usuarios del Transporte Urbano Colectivo (TUC) tienen con la empresa.
La protesta que contó con nueve personas, fue asediada en todo el trayecto por un grupo de motorizados no identificados, quienes trataron de atemorizar. Se desconoce quién contrató a estas personas que abandonaron el lugar hasta que los demandantes se fueron con sus pancartas bajo el brazo.
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