WASHINGTON/AFP
Estados Unidos y Venezuela abrieron ayer un nuevo capítulo en su historial de diez años de escaramuzas diplomáticas. Washington declaró “persona non grata” y expulsó a tres diplomáticos venezolanos, entre ellos el encargado de negocios, Calixto Ortega, de acuerdo con el principio de reciprocidad establecido en los convenios internacionales sobre relaciones diplomáticas, manifestó ayer la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf.
“En Venezuela nunca se había visto que una encargada de negocios, una funcionaria (…) salga a retar a un presidente, salga a retar a un pueblo completo. Es la prepotencia, ¿por qué? Porque les toqué así, en la llaga. Les metí el dedo donde tenía que meterlo. Por eso es que brincan como diablos”, expresó.
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El presidente venezolano, Nicolás Maduro, expulsó el lunes a la encargada de negocios de la embajada estadounidense, Kelly Keiderling, y a los funcionarios David Moo y Elizabeth Hoffman, tras acusarlos de fomentar con la oposición supuestos actos de sabotaje económico y eléctrico en Venezuela, señalamientos que el Departamento de Estado rechazó.
“Queremos una relación funcional y constructiva con Venezuela. Seguimos comprometidos en ello”, afirmó Harf.
Pero el Gobierno venezolano expresó que “repudia” la expulsión de sus diplomáticos. “No se puede considerar esta una decisión recíproca, al observar la conducta inequívoca de nuestros funcionarios, que no han osado en ningún momento sostener reuniones con grupos contrarios al gobierno del Presidente Barack Obama o con personas interesadas en actuar en contra del Gobierno estadounidense”, según un comunicado de la cancillería.
Ambos países carecen de embajadores desde 2010, por lo que el encargado de negocios es el más alto representante en las legaciones. Ayer, en un discurso público, Maduro manifestó: “Les desarticulé el equipo de vanguardia de ellos para desestabilizar al país. Si se ponen cómicos, los expulso a todos”.
MADURO: HAY PRUEBAS
Medios estatales han difundido imágenes de diarios sobre viajes de los estadounidenses al interior de Venezuela, listas de pasajeros en los vuelos donde viajaron y fotografías de ellos con líderes de la oposición. Según Maduro, sobran pruebas “de la participación de estos tres funcionarios de materia directa, una de ellas conspirando con gente de la derecha, para sabotear el sistema eléctrico”.
El portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, manifestó que las denuncias contra los tres diplomáticos se apoyan en un viaje que realizaron al estado Bolívar pero aseguró que “no hubo nada de extraordinario” en ese desplazamiento.
Los tres diplomáticos “estaban allí conduciendo sus actividades normales. Nosotros mantenemos contactos regulares a través de todo el espectro político venezolano. Y mantenemos una perspectiva amplia con relación a Venezuela”, agregó.
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