AGENCIAS/VIDA
Numerosos estudios señalan que los niños que crecen junto a una mascota desarrollan un mayor sentido de la responsabilidad al descubrir cómo el animal necesita de su atención y de sus cuidados; lo que, además, potenciará su capacidad de empatía y compasión, cita todopapas.com. Muchos adquieren una mayor autoestima como consecuencia de su relación con el animal.Por otra parte, los niños con mascotas observan conductas biológicas que enriquecen su conocimiento del mundo animal y su entendimiento de lo necesaria que es la adaptación a realidades diferentes que luego se extenderá a futuras relaciones interpersonales. Pero así como tener una mascota en casa puede beneficiar tanto a los niños como a las familias en diferentes aspectos, también puede conllevar ciertos riesgos, como alergias o infecciones.