En la sección Voces del Diario LA PRENSA del día 5 del presente mes de octubre, el estimado coetáneo señor Julio César Amador Velásquez publicó un artículo titulado Toponimia de Nindirí, al respecto del cual es mi deber hacer una aclaración en función de nuestra identidad cultural y de la historia en particular de Nindirí, sin dejar de manifestar que estoy de acuerdo con que Nindirí es un nombre chorotega y que su significado corresponde, según mi criterio, a “Colina o Altura de las Cochinillas”.
El apreciado señor Amador dice que se asombró al encontrarse en el museo Tenderí con una nota que dice: “Nindirí, del náhuatl: Cerro de las Cochinillas” y que aún más se sorprendió cuando llegó al monumento del cacique de Tenderí, donde también encontró el mismo término y se dijo: “Debo de aclarar la toponimia de Nindirí”.
Debo manifestar, antes de continuar, que soy el creador de este monumento y de la literatura que en el mismo se encuentra, así como de la relación histórica que le explicaron en el Museo Etnográfico de donde, dice, salió “más o menos satisfecho porque no encontró la palabra náhuatl”.
Sin querer entrar en otros detalles sobre este escrito, en honor a la verdad y a la historia me dirijo al libro Habla Nicaragüense , de don Carlos Mántica, páginas 24 y 25, en las que se lee lo siguiente: “La supremacía de la lengua náhuatl en el habla nicaragüense se acusa a la vez una supremacía cultural, militar y económica de los pueblos náhuatl a la fecha del descubrimiento. Su poder cultural y económico explica la presencia de toponimias náhuatl a todo lo largo y ancho del país, la rapidez y casi total desaparición de todas las demás lenguas indígenas de la costa del Pacífico”.
“Y salta la paradoja histórica: dominando y sobreviviendo como lengua, el náhuatl desaparece como raza. Los pueblos subyugados, por el contrario, chorotegas y maribios, principalmente, perdieron su lengua, superviven hasta la fecha reciente en los pueblos de Namotiva, Subtiava, Nindirí, Masaya, Catarina y San Juan de Oriente. Otras razones de peso son la preponderancia después de la conquista. 1.- Los primeros indígenas fueron náhuatl; 2.- fue la primera lengua en ponerse por escrito; 3.- fue la lengua utilizada por los misioneros en su evangelización”.
Igual, el cronista Fernando González de Oviedo en una de sus crónicas dice: “Estos hablaban (“los chorotegas”) idiomas diferentes; no obstante, su común y secular ancestro nahuatlaca mexicano llamado más tarde mexicano corrupto, era el idioma primitivo el cual por las grandes mixtificaciones existentes entre los pueblos se desfiguró”.
Siento mucho no citar otros antecedentes de entendidos especialistas en la materia, por razones de espacio, pero quiero explicar para concluir que la lengua materna de los Dirianes Náhuatl, fue el náhuatl, el cual procedía de la región Nahua o Nahoa de México que luego se transformó ya desfigurado en la lengua chorotega de los náhuatl mexicanos extendiéndose por todo el territorio mangue (la gran Manguesa). De manera que la raíz de la lengua chorotega es el náhuatl, tanto como el latín de nuestro idioma español.
Don Alfonso Valle, en su libro Filología Nicaragüense dice brevemente: “Si andamos en busca de describir o de orientar sobre los orígenes de nuestra raza y cultura debemos hacerlo con su esencia y sus valores”. El autor es historiador de Nindirí
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