Los grupos étnicos que configuraron el Caribe de Nicaragua y su estrecha conexión con Limón, Costa Rica, a través de migraciones contemporáneas e historias comunes, es la trama de The Black Creoles realizada por María José Álvarez Sacasa y Martha Clarissa Hernández, autoras de Lady Marshal, No todos los sueños han sido soñados y Desde el barro al sur.
The Black Creoles contiene una fuerza visual, mágica y espiritual, percibida en los paisajes de la Mosquitia y el Caribe nicaragüense, la recreación de las atmósferas y los oficios de la población caribeña tan íntimamente asociados al mar, a la pesca, a la tierra y a la conciencia de sus raíces ancestrales.
La parte histórica se comprende visualmente a través de ilustraciones y mapas, lo cual se complementa con testimonios de personajes claves tanto académicos, como también gente popular, logrando así llegar hasta los fenómenos actuales como son el tema de la droga y del empleo masivo en las embarcaciones de cruceros.
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Fue estrenado en Bluefields y ha sido muy bien recibido tanto en las comunidades del Caribe nicaragüense, como en Madrid, La Habana y en Bruselas, donde se ha presentado en diversos festivales o Coloquios sobre Diversidad Cultural (en Bruselas, en el Centro de Cultura Cervantes, en Casa de las Américas de España y Casa de las Américas de Cuba), Marta Clarissa y María José fundaron Luna Films en 1990 como necesidad de expresión ante el cierre de Incine, realizado al inicio del gobierno de Violeta Barrios de Chamorro.
Su primera producción fue el documental Lady Marshal, filmado en 16 mm, en el Caribe sur de Nicaragua, una historia de mujeres pescadoras (dos creoles y una garífuna) dueñas de su propio barco. A partir de ahí ambas realizadoras han unido sus talentos y se complementan en la dirección y en la producción de 25 piezas audiovisuales.
Un puente entre culturas
The Black Creoles es una introspección muy valiosa hecha con una gran sensibilidad y franqueza, que intenta tender un puente entre la cultura dominante y eminentemente mestiza del centro del país y los grupos étnicos que convergen en la costa.
Los personajes entrevistados transmiten un orgullo de sus propias raíces y una visión muy objetiva del entorno que los rodea en las sociedades de hoy. Hay un ir y venir constante entre la historia y la vida cotidiana y un acercamiento muy auténtico a lo que son hoy las comunidades de Bluefields, Corn Island, Laguna de Perlas, la Mosquitia nicaragüense y las múltiples conexiones con el Caribe de Costa Rica.
El documentalismo
Las realizadoras también filmaron en Limón, donde siguieron el rastro de la comunidad de migrantes nicaragüenses en Puerto Limón, Puerto Viejo y el Caribe sur. “Personalmente mi vida se mueve entre Managua y el Caribe nicaragüense desde hace 30 años. También soy fotógrafa documentalista y la mayor parte de mi trabajo es sobre los diferentes grupos del Caribe.
Esta pieza nos llevó la vida y nos dejó editando otra película sobre Los Garífunas en Centroamérica”, comenta María José Álvarez quien estudió Filosofía y Letras en Inglaterra e Historia del Arte, fotografía y cine en la Escuela del Museo de Artes, en Boston.
Por su parte Martha Clarissa Hernández, quien nació en Honduras y ha vivido toda su vida en Nicaragua, señala: “Para mí, hacer este documental representó una oportunidad espectacular para conocer a profundidad este grupo étnico, y a admirar más aun su cultura e historia, permitiéndome conocer personajes maravillosos”.
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