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Xavier Espinoza viajó a Rusia en 1985 para hacer estudios en el Instituto de artes teatrales “Lunacharski”. Regresó a Nicaragua en 1990 y se integró al grupo Comedia Nacional. LA PRENSA/U.MOLINA

“Aún estamos a nivel feudal”

Si de teatro se puede hablar nadie mejor que Xavier Espinoza. Es uno de los maestros más consolidados en el país. Crítico de este arte y amante de la vocación del artista. La carrera lo ha llevado por España, Noruega, Suecia, además de Estados Unidos, Italia y en varias naciones de Centro y Sudamérica. Recién estrenó la puesta en escena de

Xavier Espinoza

Por Róger Almanza G.

Si de teatro se puede hablar nadie mejor que Xavier Espinoza. Es uno de los maestros más consolidados en el país. Crítico de este arte y amante de la vocación del artista. La carrera lo ha llevado por España, Noruega, Suecia, además de Estados Unidos, Italia y en varias naciones de Centro y Sudamérica. Recién estrenó la puesta en escena de El país de los ninguno , una obra que logra con tres personajes abordar la justicia, la verdad y la razón.

Es gracioso saber que comenzó en esta carrera casi que de ayudante…

Es que cuando llegué a la Compañía Teatral de Managua ya habían dado todos los papeles y me quedé para ver. Así me trataron como ayudante, entrenaba en cada ensayo y como veía a todos los personajes cuando no llegaba algún actor yo leía su guión.

¿Qué edad tenía?

21 años…

Tarde descubrió la pasión por el teatro…

No. Para nada. Fue temprano. Desde que estaba en la escuela hacía presentaciones en las veladas y siempre hubo promoción por el arte teatral.

¿Se vio así en escenarios grandes o viajando como actor?

Fíjate que estando en la compañía empezaba a estudiar Administración Comercial, pero no llegué a terminar la tesis porque el teatro pudo más que la administración. Así que creo que me miraba como actor.

En los ochenta los rusos le proponen ir a Rusia a estudiar…

Sí, fue en un espectáculo de Cervantes y los maestros rusos me lo propusieron. Era 1985 y obviamente les dije que sí. Pasé varios años estudiando actuación en Rusia. Estaba esperando respuesta de España, pero vino primero la de Rusia.

Ha recorrido gran parte de la historia del teatro en Nicaragua, ¿hoy por hoy cómo lo ve?

No lo veo en tan buena posición como debería estar. Se necesita más apoyo y mejores compañías donde los actores puedan audicionar y participar en todos los montajes, pero no hay esa apertura.

¿Celos entre compañías?

Aún estamos a un nivel feudal. Pido disculpas por ser honesto, pero no se le da oportunidad al actor que quiera trabajar con otra compañía. Los tratan como actores exclusivos y sin embargo no pagan esa exclusividad. Esto hace que el actor no se desarrolle porque no se relaciona con otros directores u otros actores que no sean de su compañía.

¿En su caso cómo ha sido ese desarrollo?

Recién vine de Rusia, mis maestros me dijeron que experimentara y que no me aferrara con ninguna compañía y eso es lo que hice. Lo que quería es que se conociera a Xavier Espinoza como actor y director de teatro, no el de la compañía tal…

En 37 años de carrera, ¿cuántos personajes ha interpretado?

Han sido tantos… Con el que tuve mucha satisfacción fue con el Poeta de la Chinfonía burguesa . Con esta obra, que es exigida por el Ministerio de Educación llegamos a más de 300 presentaciones para los estudiantes. También está mi papel en Acto cultural , en el que hago tres personajes. Son muchos personajes en los que la interpretación me han logrado atrapar y recordarlos por el resto de la vida.

Siempre escucho que la vida del artista es sacrificada…

Es una mala enseñanza que hay en Latinoamérica. En el teatro no hay sacrificio, esto se hace porque hay amor, pasión, porque nos gusta. Aunque el director se esté metiendo todo el dinero.

Entonces solo cuando el actor recibe el cheque es que se nota el sacrificio…

(Carcajada) En ese momento puede ser. También, en mi caso, cuando estuve en la obra de La zapatera prodigiosa , mi mamá estaba internada en el hospital con un problema de circulación y yo asistía a los ensayos y no podía detenerme.

¿Cómo se prepara el actor en ese tipo de situaciones?

Cuando actúas te concentras y aíslas un poco del mundo. Cuando salís ya retomás tu vida.

¿Qué disfruta más del teatro?

El teatro infantil me gusta mucho. El vaquerito quedó en el imaginario del público infantil y disfruto mucho con este tipo de obras.

La presentación más reciente El país de los ningunos , ¿cómo nace?

Emila Persola escribió algo sobre El extranjero de Albert Camus y escribió una pequeña obra. Entonces mi compañero y yo captamos la síntesis y ubicamos tres personajes principales y en la puesta en escena solo trabajamos tres.

¿Un proceso complicado?

Sí. Buscamos distintas atmósferas para lograr el clímax de cada personaje. Trabajamos en parques, en cementerios, en muchos lugares para descubrir bien cada personaje.

¿Qué toca El país de los ningunos?

Es una reflexión que se hace sobre la verdad, la razón y la justicia. Un tipo que quieren que diga la verdad, pero no tiene que decir nada porque no es culpable de nada.

El sexo libre y la droga está muy ligado al mundo del artista…

Se nos cataloga como bohemios y si sos artista tenés que emborracharte también, y usar drogas… son estereotipos.

¿El Xavier actor tuvo esos momentos?

Sí, algún día lo hice. El Xavier de los ochenta. Pero antes no era el punto que los demás se dieran cuenta si tomaba o me drogaba en algún momento.

Y ahora…

Muchos ahora están solo por la farándula.

¿Cómo valora esa nueva camada de actores?

Muchos creen que ser actor es vestirse como indigentes y cargar con el personaje que tienen en la obra. Debe llegar un momento en que se salgan del personaje y aterricen. Hay buenos actores en estas nuevas camadas pero creo que necesitan más disciplina y mayor entrega.

Usted tuvo la oportunidad de prepararse en escuelas del mundo. Pero aquí en Nicaragua ¿Hay buena escuela de teatro?

Sí. Muchos que han estudiado aquí han audicionado fuera y la escuela de aquí les ha servido. Yo he trabajado, quizá, con más de 500 estudiantes de teatro pero pasa como las tortugas cuando nacen, no todas llegan al mar.

¿Un maestro cómo descubre al buen actor?

En el casting descubres al que tiene madera y muchas veces durante las clases te das cuenta como va ese desarrollo.

La pregunta cliché… ¿El actor nace o se hace?

La respuesta cliché. El actor nace, y en la medida que va descubriendo cosas él se va puliendo. El maestro no lo hace.

¿Cómo es el actor de hoy?

Algunos tienen la mística y otros están por la farándula. Muchos no lo sienten y solo están por farandulear y muchos se retiran.

¿Son parecidos todos los actores?

Sí, nos parecemos. Pero el actor de afuera no se acompleja tanto como el actor de aquí. Afuera los actores pueden trabajar como meseros y no se avergüenzan. Aquí la gente se espanta e incluso los mismos colegas podrían criticar esta situación.

¿Nicaragua es justa o no con los actores?

No lo es, porque en primer lugar se pierde la tradición. Aquí tenemos al Güegüense y se dejó de presentar, solo se presentó diez veces y se gastaron más de setenta mil dólares y los trajes se están pudriendo en el sótano. Estamos perdiendo la identidad, es como llegar a Londres y no ir al teatro a ver Shakespeare.

Sección Domingo Estamos feudal interpretado archivo

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