El Universal / Caracas
Las tres grandes calificadoras de riesgo en la economía globalizada, Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s, ubican a Venezuela en un lugar poco favorable al elaborar el ranking de las principales economías de América Latina.
Los inversionistas se guían por el grado de confiabilidad que estas calificadoras le asignan a cada país y por tanto, esto se traduce en que la Venezuela tendría que cancelar elevadas tasas de interés si decide financiarse emitiendo bonos en el mercado internacional.
Al evaluar el riesgo que representa para los inversionistas la compra de bonos venezolanos Fitch asigna la calificación de B positivo, Moody’s de B2 y Standard & Poor’s de B. Estas calificaciones indican que existe riesgo en la inversión porque el pago a tiempo de los intereses y el capital de los bonos no está suficientemente protegido contra cambios adversos en las condiciones de negocios, económicas o financieras.
El riesgo país igual es poco favorable. Si Venezuela emite bonos tendría que cancelar una tasa de interés de diez puntos porcentuales por encima de lo que paga Estados Unidos. El Gobierno se niega a crear un fondo de ahorro del ingreso petrolero para cubrir sus compromisos.
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