GERALDINA GONZÁLEZ C.
Se dice que a partir de los 18 años somos mujeres a nivel físico. Es decir que nuestro cuerpo ya está completamente desarrollado e incluso estamos aptas para albergar en nuestro vientre durante nueve meses el maravilloso milagro de la vida.
Aunque esto podría representar una ilusión para muchas mujeres, en nuestros días hay quienes prefieren desarrollarse a nivel profesional antes de optar por el matrimonio y el establecimiento de una familia. A pesar de que este estilo de vida es cada vez más común, aún hay quienes piensan que a las mujeres que postergan el matrimonio después de los 30 años “se les va ir el tren” y que probablemente terminarán solas.
Para la psicóloga Ledia Gutiérrez, una mujer está apta para empezar a tener hijos entre los 20 y los 25 años, tiempo en el que a nivel psicológico se ha alcanzado la madurez suficiente para tomar decisiones importantes, pues ya ha concluido sus estudios universitarios y está lista para iniciar una vida laboral.
Ayer versus hoy
En tiempos pasados, se educaban a las mujeres para casarse y formar una familia a temprana edad, por lo que era común que las jovencitas de 20 años, o quizás menos, ya estuvieran casadas. Para ese entonces no era aceptado por la sociedad que una mujer decidiera posponer esta etapa un par de años más.
De acuerdo con la psicóloga, en la actualidad es cada vez más frecuente que tanto hombres como mujeres decidan formar una familia después de los 30 años.
“Ahora es menos fuerte la influencia de creer que ‘te dejó el tren’, porque se ha cambiado la idea para prepararse más y darle lo mejor a tus hijos. Los estilos de vida han cambiado y hay más oportunidades de estudios que antes, como cursar postgrados, maestrías y doctorados”, comparte Gutiérrez.
Agrega que en la actualidad hombres y mujeres tienen mayor libertad para la toma de decisiones, por lo que “es admirable que ambos se preparen primero y posteriormente piensen en tener una pareja y formar una familia”.
No obstante, si bien muchas mujeres han optado por anteponer la formación académica antes de casarse y formar una familia, en nuestro país aún están presentes casos de matrimonios y embarazos a temprana edad, situación que no impide el desarrollo profesional de la pareja.
Casarse, formar una familia siendo jóvenes y continuar preparándose “es una oportunidad que existe el día de hoy, y el qué dirán quedó muy atrás”, enfatiza Gutiérrez.
Posibles riesgos
Aunque físicamente el cuerpo femenino está diseñado para sobrellevar un embarazo, cuando este se presenta después de los 35 años tanto el bebé como la madre pueden verse amenazados por ciertos riesgos.
La doctora Greta Solís, especialista en ginecología y obstetricia, explica que entre los 18 y los 35 años es cuando la mujer puede quedar embarazada sin presentar complicaciones mayores.
“Si la mujer queda embarazada después de los 35 años, sobre todo cuando es la primera vez, se considera un embarazo de alto riesgo obstétrico, es decir que puede haber una amenaza tanto para la vida del feto como para la vida de la madre”, explica la especialista.
Cuando el embarazo se presenta después de los 40 años, el 30 por ciento de las mujeres aborta espontáneamente, “generalmente debido a defectos congénitos del desarrollo que impiden la continuación de la vida del embrión, por lo tanto fallece y se da el aborto”, detalla la doctora Solís.
Dentro de los riesgos del embarazo después de los 35 años se encuentra el aumento de las probabilidades de que el bebé sufra alguna malformación congénita, incluyendo el Síndrome de Down, con el cual también se debe tomar en cuenta la edad del padre.
Enfermedades como la diabetes gestacional, preeclampsia y eclampsia pueden afectar la salud de la madre durante el embarazo.
Sin embargo, la especialista expone que hoy en día la medicina maternofetal ha avanzado mucho, ya que ahora se pueden realizar
pruebas a partir de la semana 12 de gestación para descartar diferentes tipos de anomalías y detectar a su vez alteraciones renales, cardíacas y defectos físicos como el labio leporino en el bebé.
Por tratarse de embarazos de alto riesgo obstétrico, la doctora Solís menciona que es más probable que se registre un número mayor de partos por cesárea debido a las complicaciones que podrían afectar la salud de la madre. No obstante, optar por el parto natural también es una opción válida.
Disfrutar la soltería para prepararnos como profesionales permite iniciar una relación de pareja con mayor madurez, y de igual manera brindar a nuestros hijos una mejor calidad de vida, sin el temor de que el tren se nos haya pasado.
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