Pedro J. Chamorro B.
Hay que reconocer y aplaudir la inversión de este gobierno y en particular, de la Empresa Nacional de Puertos en la construcción y ampliación del Puerto Salvador Allende frente al lago Xolotlán y comprender al mismo tiempo su trascendencia histórica en el tiempo y su impacto en el turismo.
Desde la crecida récord del Lago Xolotlán en 1933 en que Managua perdió su afinidad con el lago, su malecón, su famoso restaurante night club “Copacabana” , la capital le había vendido dando las espaldas al lago, el cual únicamente servía para darle plusvalía a las propiedades altas que tenían “vista al Lago” desde largo, y para depositar en él las aguas servidas de la ciudad, así como la basura que arrojan las aguas pluviales de los cauces en cada invierno.
Después del terremoto de 1972, la costa del Lago Xolotlán, que otrora fue objeto de poesías y bellas canciones románticas, sirvió para que se depositaran en él los vestigios de la ciudad de Managua demolida por el terremoto y posteriormente por los tractores que llevaron sus restos al lago donde con ellos se hizo un enorme relleno artificial en sus costas.
El historiador Roberto Sánchez Ramírez publicó recientemente un folleto donde narra la historia de la navegación en el Lago Xolotlán que un día fue muy importante para la comunicación en Nicaragua, antes que existieran carreteras y antes que las líneas del ferrocarril del Pacífico estuvieran terminadas.
La historia del Xolotlán ha dado un giro positivo con dos eventos recientes que le han cambiado su curso agónico de un lago que no servía más que para mirarlo desde lejos. El primero es el establecimiento de las plantas de tratamiento de las aguas servidas de la ciudad, financiado por la Cooperación Alemana y que se inició en el período del presidente Bolaños y concluyó en el primer período del presidente Ortega.
El segundo hito positivo en la salvación del Lago de Managua es la construcción del puerto y parque turístico Salvador Allende. Esta inversión considerable en un puerto y una serie de atractivos turísticos para todas las edades y bolsillos, ha hecho que la población de Managua le pierda el temor al contacto cercano con el Xolotlán, que antes era un tabú.
En adición ha dotado a la ciudad capital con un atractivo turístico de clase mundial cercano a su centro histórico y enfrente de lo que otrora fue su principal atractivo: su lago Xolotlán. Tanto así que ya se ha convertido en un destino turístico para los tours que ofrecen los operadores de turismo de los cruceros que llegan a San Juan del Sur y recientemente los primeros autobuses de turistas viajaron hasta el Puerto Salvador Allende donde disfrutaron de una espectacular vista, eventos culturales y un suculento almuerzo en uno de los 19 restaurantes que operan en el puerto. Es decir, cuando menos viajaron dos horas de ida y dos horas de regreso para estar frente a nuestro lago de Managua, un nuevo hito en el desarrollo del nuestra oferta turística.
El Puerto Salvador Allende ofrece ante todo un ambiente familiar, espacio para niños, seguridad, una amplia oferta culinaria, paseos por el lago en el barco “Novia del Xolotlán” operado por la EPN a precios razonables para todo público.
Gracias a la visión de la apertura de esta “gran puerta” de Managua hacia su lago, un nuevo atractivo que ha sido anunciado recientemente. La Junta de Incentivos Turísticos del Intur aprobó los beneficios de la Ley 306 para el crucero Meyers Xolotlán, un pequeño barco-restaurante de lujo, nunca antes visto surcando sus aguas.
Se trata de un nuevo escalón en la recuperación de nuestro lago que sin duda va a elevar la calidad y cantidad de la oferta turística en el Puerto Salvador Allende y hará que los managuas vuelvan a ver nuevamente hacia el lago, o más importante y extraño aún: la vista desde el lago hacia Managua.
El autor es diputado de la BDN y Presidente de la Comisión de Turismo.