Ramón H. Potosme
Sin el respeto al rol de las instituciones se crea un nivel de conflicto extremadamente poderoso, señala el analista y comunicador, Julio López Campos quien en su consideración sobre el modelo de alianzas del gobierno y los empresarios no ve un buen futuro para el país.
López Campos considera que desde la izquierda deben hacerse las observaciones al Gobierno sin “medias tintas” y con firmeza para evitar las condiciones de la violencia.
¿Considera que será positivo el modelo de alianzas del Gobierno y los empresarios?
El solo crecimiento de la economía de mercado no es ninguna garantía de justicia y equidad social. Si poco te importa si las elecciones son legítimas o no, si las instituciones obedecen o no al perfil que le designa la Constitución, si te creés en el derecho de aplastar cualquier expresión disidente o de protesta, si sometés a los cuerpos armados del país a determinadas órdenes políticas. Por ejemplo cuando ordenás a la Policía que se vuelva ciega, sorda y muda, frente a la agresión de la que son víctima una gente que protesta, entonces comienzan a crearse las condiciones de posibilidad de la violencia. Y más exactamente las condiciones de la violencia armada.
Por eso creo yo que quizá la cosa más importante que se puede hacer desde la izquierda —no sé qué se puede hacer desde la derecha o el centro—, (pero) desde la izquierda lo más importante que podemos hacer es sostener de manera firme y justificada la crítica a estas políticas, porque si no lo hacemos entonces se van a ir multiplicando las condiciones para la violencia.
¿Hay condiciones en este momento? Hay noticias de gente armada en el Norte y el Triángulo Minero.
Hoy no hay condiciones ni legitimidad suficiente para la violencia armada. Pero a su vez te digo no sé si mañana si me hicieras la misma pregunta tendría o podría dar la misma respuesta. Si esos factores que alimentan la condición de posibilidad de violencia no se modifican entonces estaremos sembrando las posibilidades de ese retorno. Un solo ejemplo. Si ordeno a que un pelotón de motorizados atemorice y agreda a una gente que protesta, yo estoy haciendo dos cosas: sembrando el miedo, pero por el otro lado, estoy planteándole a la gente, tanto a los que participaban en la actividad como los que observan desde afuera, que tendrás que ir pensando en medios para defenderte frente a futuras agresiones. Así como vos podés crear el miedo que inmoviliza, creás al mismo tiempo la gente que pierde el miedo. Entonces frente al camino cerrado de las posibilidades de la oposición pacífica política surge de nuevo el fantasma de la violencia armada, que insisto debemos evitarla, pero quien tiene la posibilidad de evitarla es quienes ejercen el poder a la autoridad, que creo que este modelo, que tiene posibilidades de expansión de crecimiento está dando los síntomas evidentes que crea condiciones para el retorno de la violencia armada y a ello debemos oponernos de manera firme todos los nicaragüenses, y eso solo se puede lograr si tenemos una actitud crítica consecuente y consistente frente al Gobierno y sin miedo.
Mucho de la pasividad de la ciudadanía se justifica por el temor que tienen a ser afectados de una u otra manera. ¿Qué cree usted?
Quiero decir una cosa, es cierto que la gente puede tener temor, pero preguntale a Daniel y a Humberto si ellos no fueron capaces de superar el terror que sembraba la dictadura somocista y ellos lo superaron y ellos ayudaron a muchos a superar el temor y el miedo. De manera que no es cierto que cuando despreciamos el derecho de la minoría a tener su propio punto de vista, cuando despreciamos la obligación que tiene el poder, no solo el derecho a la oposición, sino de proteger ese derecho que es distinto. Es decir que la Policía en vez de dar la orientación de que no vea y oiga, debería ir a proteger el derecho de esa minoría para que protesten sin ser agredidas ni amenazadas por nadie. Si hacés esto último estás dándole vitalidad al modelo, si hacés lo primero creás condiciones para el retorno de la violencia. Eso hay que decírselo al poder sin medias tintas.
¿La ciudadanía no tiene la responsabilidad de evitar que se concreten las condiciones para la violencia armada?
Estamos en un marco general en el que el país ha decidido dar una bonificación política a las políticas sociales del Gobierno. La gente sigue pensando y con justa razón de que debemos seguir dando posibilidades a la estabilidad y la paz. Lo que la gente va a comenzar a entender poco a poco es que no es con la conducta pasiva que vamos a garantizar la estabilidad y la paz. La principal conclusión que saco de este diálogo, si algo tenemos que hacer por Nicaragua, que haya paz, progreso estabilidad, es que tenemos que combatir con energía todas aquellas acciones del poder que crean condiciones para el retorno de la violencia para el país. Que creo es algo que no estamos haciendo lo suficiente.
Ver en la versión impresa las páginas: 9 A