MANAGUA/AFP
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez recibió anoche la condecoración de oficial de la orden de las Artes y de las Letras, otorgada por Francia por sus aportes a la literatura de su país, de Centroamérica y latinoamericana.
“La literatura de Sergio Ramírez es cultura popular (…) cuenta la historia de Nicaragua como la historia y los historiadores no han sabido ni podrán contar jamás”, dijo el embajador francés Antoine Joly en el acto cultural dedicado al escritor.
A Ramírez “no es posible limitarlo a las fronteras de Nicaragua”; Centroamérica “es su territorio personal” donde ha buscado sin tregua una identidad común, apuntó Joly.
El diplomático señaló que así como el poeta Rubén Darío logró incluir el modernismo en la literatura española, Ramírez logra introducir el realismo, la escuela de la novela francesa del siglo XIX en la obra de habla hispana. Es decir, la descripción de una sociedad, su historia a través de personas, pero con sus ingredientes que son Nicaragua, su historia y más allá Centroamérica y Latinoamérica, como lo hizo Darío, apuntó.
“Es al hombre de letras, que Francia quiere honrar subiéndolo al grado oficial de las artes y de las letras, nuestro más alto reconocimiento cultural”, dijo Joly.
En honor a Ramírez se celebró una velada cultural en la residencia del embajador a la que asistieron diplomáticos, artistas, familiares y amigos del escritor.
El autor de “Margarita, está linda la mar”, premio Alfaguara de novela 1998, dijo que le sorprendió el anuncio de la condecoración porque hace 20 años le fue dada en grado de Caballero.
El novelista se declaró un “lector empedernido” de la literatura francesa del siglo XIX y tuvo su primer encuentro con ella a los 13 años, a través de El Conde de Montecristo. De ella aprendió como se manejan “las vielas y resortes” de la trama para atrapar la historia y desde entonces supo que la condición humana del amor, venganza y poder es lo que hace a la novela espejo de la vida, explicó.
Cuando el personaje de la obra se sale de las páginas para vivir entre los mortales es que la imaginación ha triunfado para siempre, destacó el escritor de 71 años.
Ramírez tiene más de 50 obras entre novelas, cuentos, ensayos y testimonios. Algunos de ellos han sido traducidos a varios idiomas como el francés, inglés, alemán, mandarín y ruso.
En parte el contenido de su obra está inspirado en acontecimientos de la vida política y social de su país, como la misma “Margarita, está linda la mar” que habla sobre la dictadura de Anastasio Somoza. Otras obras son “Castigo Divino” (1988), “Adiós Muchachos” (1999), “Sombras nada más” (2002), “Un baile de máscaras” (1995), “El cielo llora por mí” (2009) y “La fugitiva” (2011).
Ramírez fue vicepresidente de Nicaragua entre 1985-1990, en el primer gobierno sandinista, después del triunfo de la Revolución de 1979, durante el que hizo una pausa en su labor literaria. En 1996, se retiró de la política tras su fracaso como candidato presidencial del Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), del que fue fundador y desde entonces está dedicado a tiempo completo a su obra literaria. Otras condecoraciones recibidas por Ramírez, son el premio iberoamericano de Letras “José Donoso”, en 2011 de Chile y el “Laure-Bataillon” (1988), también de Francia.
