EFE
Al actor británico Tom Hiddleston le gusta dar espectáculo ya sea como el traicionero Loki de la saga Thor o marcándose un baile a lo “gangnam style” frente a un público enloquecido.
Hiddleston, de 32 años, reconoce que es algo que está en su naturaleza, como sus ojos azules o su pelo rizado rubio que pocos asocian con su imagen, camuflada por la larga melena oscura de su álter ego de las películas de Marvel, con el que se ha dado a conocer mundialmente.
En la secuela Thor: The Dark World, el intérprete juega al despiste. Su personaje de Loki, el príncipe del engaño de los cómics de Marvel, se muestra más polarizado que en las dos cintas donde se le ha podido ver hasta la fecha: Thor, 2011, y The Avengers (Los vengadores, 2012). Por un lado, vulnerable; por otro, mezquino y egocéntrico.
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