Las autoridades de la Región Autónoma Atlántico Norte (RAAN) han declarado a sus comunidades ubicadas en las riveras del Río Coco en alerta roja, debido a la violencia que sufren los indígenas.
El martes cinco personas fueron masacradas en territorio hondureño.
El hecho se registró a tres kilómetros de Waspam frente a la comunidad de Kisalaya en territorio de Honduras, donde los nicas estaban trabajando.
Horas después de esa matanza se localizó el cuerpo de otro ciudadano, que según pobladores estaba con los otros nicas, aunque la Policía dice que ambos casos no tienen que ver.
[/doap_box]
El alcalde de Waspam y la gobernadora de la RAAN, Alex Fernández y Evelyn Taylor, respectivamente, denunciaron que hay un fuerte despliegue militar del Ejército de Honduras en la frontera, donde tradicionalmente trabajan la tierra los miskitos (tanto nicaragüenses como hondureños), lo que tensiona aún más la situación que se vive en las comunidades.
Taylor confirmó la alerta roja en Waspam y se mostró preocupada por la situación, donde hoy tiene programada una visita.
Refirió que se han comunicado con funcionarios de la Cancillería para que intervengan y atiendan de inmediato la situación “que no puede esperar, ya que deben atender el conflicto y buscar un acuerdo binacional con el Gobierno de Honduras”.
Declaró que la alerta en la Moskitia de Honduras y Nicaragua la mantienen con la organización indígena Masta (de Honduras) que ha denunciado a los colonos (hondureños) que están afectando la vida ancestral de los miskitos en esa faja fronteriza.
La funcionaria dijo que hoy realizará un recorrido por las comunidades, donde sostendrá encuentros con la población de las comunidades afectadas y para celebrar el día de los pueblos indígenas en Nicaragua al lado de la población afectada por la crisis en el Wanky.
La frontera de Nicaragua con Honduras la divide el río Coco, donde se han registrado conflictos producto del narcotráfico y la violencia que se vive en Honduras.
Cinco personas han sido ejecutadas de forma violenta frente a Waspam, en territorio hondureño, lo que provocó la reacción airada de la población que cruzó el río e incendiaron y saquearon la vivienda propiedad del hondureño Juan Granados, presuntamente uno de los responsables de la matanza.
Los nicaragüenses trabajaban en la finca de Francisco Peralta y lo que se presume es que por problemas de propiedad personas armadas vinculadas presuntamente a Granados llegaron a buscar a Peralta, pero al no encontrarlo ejecutaron a los nicas.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 A