Washington / EFE
Estados Unidos rindió ayer homenaje al presidente John F. Kennedy, asesinado hace cincuenta años en Dallas (Texas) y cuya figura, idealizada por la mayoría de los ciudadanos, sigue causando una fascinación alimentada en parte por las variadas teorías de la conspiración acerca de su muerte.
“Hoy (ayer) y en las décadas que quedan por delante, vamos a conservar su legado”, pidió en Twitter el presidente Barack Obama, quien en una proclamación oficial declaró este viernes como “Día de conmemoración del presidente John F. Kennedy”, dedicado a “celebrar su duradera impronta en la historia estadounidense”.
Con las banderas de edificios federales y estatales ondeando a media asta, medios de comunicación, políticos y ciudadanos recordaron en casi cada rincón del país a Kennedy, el presidente más popular del último medio siglo, según una encuesta de la cadena CNN divulgada ayer.
El MÁS QUERIDO
Ese sondeo revela que el noventa por ciento de los estadounidenses aprueba la gestión de Kennedy como presidente y da el segundo lugar a Ronald Reagan (78 por ciento) y el tercero a Bill Clinton (74 por ciento). Richard Nixon está en la cola con apenas un 31 por ciento de aprobación.
Los actos de homenaje al primer presidente católico de EE. UU. y al más joven en aterrizar en la Casa Blanca comenzaron con una ceremonia castrense frente a su tumba en el cementerio militar de Arlington, a las afueras de Washington.
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