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La gigantona mas grande

¡A bailar gigantonas!

La primera gigantona Florentina se fabricó hace 145 años, en el barrio Laborío de León, medía tres metros y tenía cabeza de jícaro. Ahora, como un homenaje a aquella reliquia del folclor, artesanos leoneses han confeccionado otra Florentina, pero esta vez de 11.4 metros de alto, considerada hasta hoy la más grande del mundo.

La primera gigantona Florentina se fabricó hace 145 años, en el barrio Laborío de León, medía tres metros y tenía cabeza de jícaro. Ahora, como un homenaje a aquella reliquia del folclor, artesanos leoneses han confeccionado otra Florentina, pero esta vez de 11.4 metros de alto, considerada hasta hoy la más grande del mundo.

La Florentina salió por primera vez durante el carnaval de mitos y leyendas en León, junto a La Cegua, La Llorona, el Padre sin cabeza y la Carreta nagua.

El próximo sábado 7 y el domingo 8 de diciembre, Florentina estará en el parque central de León, como una novedad artística que apreciar, anunció Frank Rivera, director del Museo de Leyendas y Tradiciones Nicaragüenses Coronel Joaquín Arrechavala. Luego volverá al museo.

¿Cómo nace la idea de la gigantona más grande del mundo? Según Rivera, es una iniciativa de la Asociación de gigantonas “Viva León Jodido”, que tiene su sede en la Minibiblioteca Manuelita Sacasa, y contó con el respaldo del Museo y el Instituto Nicaragüense de Turismo, Intur.

Un récord para Guinness

Esta fue una hazaña para el libro de los Guinness Records. José Francisco Pérez López, el creador inicial de esta escultura móvil, dice que durante una conversación con su hija Gioconda hablaron sobre el quesillo más grande, el nacatamal, el vigorón y, por qué no, se dijeron de “la gigantona más grande”.

[doap_box title=”Los gigantes en el mundo” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Sebastián Salinas, gestor cultural de la Casa de Cultura Antenor Sandino Hernández, sostiene que los gigantes y los cabezudos se encuentran en los cinco continentes, por tal razón no son exclusivos del folclor de España, Latinoamérica o de Nicaragua.

Estos gigantes, explica: “presidían en la época medieval de España las procesiones de las actividades religiosas, pero poco a poco fueron eliminadas porque los papas de entonces creían que los gigantes, por llevar máscaras, estaban relacionados al demonio”.

Sobre la primera referencia de la existencia de gigantes dice que: “Frazer cita descripciones de Julio César que habla sobre rituales de los druidas celtas ofrecidos a sus dioses, en la Galia de finales del siglo II”.

“Estos hacían imágenes colosales de cestería, maderas y hierbas que llenaban de hombres, ganados o animales. Después prendían fuego a las imágenes que ardían con todo su contenido viviente”, refiere la cita publicada en el libro El entorno del mundo de los gigantes, una investigación realizada por el Círculo de los gigantes con sede en España.

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Comenzó con el tronco y la cabeza, le ayudó Isaac Duarte; luego se sumaron otros miembros. La exhibieron en su primera fase en la biblioteca para recaudar fondos, hasta que Frank Rivera, con ayuda de un ingeniero y obreros, logró concluirla.

En tanto, Rivera reconoció que todavía no es bailable por 24 hombres, pero que lo será el año entrante, cuando la madera de pino con que fue construida se seque.

Sobre el récord de altura, dijo que se conoce del gigante Goliat, de Bélgica, que tiene 10.6 metros de alto, y de una gigantona de 8 metros que construyeron artistas de la Escuela de Bellas Artes de Granada y que “tampoco es bailable, su armazón es de hierro y no cumple con el vestuario y ornamento tradicional”.

Concurso el domingo

Mientras las gigantonas monumentales no pueden bailar, hay otras que sí, estas son las llamadas tradicionales que alcanzan los tres metros, y que por más de 50 años han concursado en bailes al son de los tambores, acompañadas por el enano cabezón y copleros que lanzan sus pícaras “bombas” en los impases.

El próximo domingo 8 de diciembre, a las 6:00 p.m., se ha convocado en la Plaza de Sutiaba a más de 30 gigantoneros tradicionales, informó Mauricio Delgadillo, promotor de la Casa de Cultura Antenor Sandino Hernández, de León.

En este concurso dedicado al coplero Nieves José, será valorada la coreografía del baile, vestuario tradicional, el enano cabezón, los faroles encendidos, las coplas originales y pícaras, alusivas a Rubén Darío, o en saludo al 489 Aniversario de la fundación de León, agregó Delgadillo. Se entregarán premios a los tres lugares el 17 de diciembre.

Las gigantes del barrio

Del parque El Indio media cuadra abajo, en el barrio Sutiaba, habita el gigantonero y artesano José Francisco Pérez López, de 66 años, nieto de Hernán López, el primer propietario de La Florentina cabeza de jícaro, la sobreviviente más antigua de León que salía de la iglesia Laborío, 2 cuadras abajo, media al sur.

Al morir Hernán, La Florentina pasó a manos de su hijo Daniel. Al fallecer este, se da por desaparecida. Años después la encuentran en Somoto y la regresan a su natal León, recuerda José Francisco. Esta gigantona también ha sido bailada por Roque Quintero, Carlos Ramos y otros más.

En su casa también habitan ocho gigantonas más: la Marta Karina, Angélica, Bárbara, Estrellita, Xiomara, Xochilt y las pequeñas, María Celeste, Campanita y Blanquita, las que están bajo la responsabilidad de su nieto Henry Ezequiel Gutiérrez Pérez, actual presidente de la Asociación de Gigantoneros ¡Viva León jodido!, entidad que aglutina a 28 gigantonas.

Emperatriz García Toruño cuenta que su madre, Carmen Toruño, promovió la cultura popular de las gigantonas, una de ellas, María Bonita, ganó premios por su elegancia, nitidez y accesorios. Otra fue Tania La guerrillera. Esta pasión la llevó años después a crear el museo de mitos y leyendas.

La mayor parte de las gigantonas provienen de barrios populares como Laborío, Sutiaba, San Felipe, El calvarito y San Sebastián y otros municipios cercanos. Otras se les han visto desfilar con su bullicio de tambores por las calles de Chinandega, Masaya, Granada, Managua y otros sitios del país.

Miniaturas y en las artes

“Hablar de las gigantonas leonesas es también hablar del folclor leonés”, dice Wilfredo Pérez Aróstegui, coordinador de la Biblioteca Manuelita Sacasa y promotor de las minigigantonas manejadas por niños y de miniaturas de 12 a 20 centímetros consumidas como souvenir.

Las gigantonas también han llegado acompañadas de libros a más de 12 mil estudiantes de León, asegura Pérez Aróstegui, como parte del programa de reforzamiento Aprendamos jugando.

Con relación al surgimiento de la gigantona en Nicaragua, Pérez Aróstegui comenta que esta tradición tiene su nexo cultural con la mujer española, alta y hermosa que fue satirizada al ponerle una cabeza hueca y que es acompañada por el enano cabezón.

Cultura Gigantonas León archivo

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