Como resultado lógico de la suplantación de la tradición por las prácticas populistas, los altares móviles del Gobierno dieron paso al maltrato y hasta el vandalismo, ayer en Managua.
Golpes, robos, desmayos y niños perdidos, fueron las constantes en los altares ubicados en todos los distritos de la capital, en donde la Juventud Sandinista repartió sacos con granos básicos y otros víveres a los pobladores.
Frente a la Alcaldía de Managua se dio el peor incidente.
Cuando ya había pocos sacos, los miembros de la Juventud Sandinista, que hicieron un cordón humano para ordenar el avance de las personas, tomaron sus lugares para no quedarse con las manos vacías, lo que provocó la ira de las decenas de personas que aún hacían fila y les llevó a tirar las mallas para dar paso al saqueo.
AGREDEN A REPORTERAGRÁFICA DE LA PRENSA
Con el desorden imperando, Diana Nivia, reportera gráfica de LA PRENSA, fue atacada por un par de sujetos que intentaron despojarla de su cámara.
Nivia luchó contra los hombres y fue socorrida por pobladores, no sin antes recibir golpes de los asaltantes, los que huyeron ante la vista de los agentes de la Policía Nacional, que fueron simples espectadores del vandalismo.
“Los de la Juventud armaron el relajo, empezaron a meter sacos a la Alcaldía y fue ahí que botaron la malla”, dijo Olivia Rugama, una pobladora que se quedó con las manos vacías.
Dos mujeres también sufrieron lesiones, al quedar atrapadas en medio del fuerte altercado, y tuvieron que ser asistidas por paramédicos.
Las filas para recibir los paquetes se comenzaron a formar desde horas de la madrugada de ayer y llegaron hasta unos 400 metros de distancia, como fue el caso de la instalada en Villa Flor Norte, de los semáforos del mercado Iván Montenegro 200 metros al sur.
“No dejaron que las embarazadas ni los ancianos pasaran primero. Todos tienen que hacer fila, pero hay gente que se está metiendo adelante”, aseguró Cristóbal Baltodano, un lisiado de guerra que llegó desde las 8:00 a.m. al altar móvil de Villa Flor Norte.
OBISPO BRENES RECOMIENDA
Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, dijo a LA PRENSA que sentía pesar al ver a la gente haciendo fila desde las tres de la mañana y a los niños sufrir en la “Purísima estatal”.
Brenes recomendó al Gobierno, que para el próximo año haga estas actividades en los barrios y que a los pobladores se les entreguen números con antelación para que no se dé la tensión que se vivió ayer por las largas horas de espera.
A diferencia de otras ocasiones en la que a los niños se les entregaban juguetes y a los adultos los víveres, ahora los pequeños no recibieron nada, e incluso, eran apartados de sus padres cuando estos se acercaban a los cordones de la Juventud Sandinista.
Arroz, frijol, azúcar, sal, pastas y cereales, eran los productos que contenían los sacos, y por lo que hubo quienes esperaron hasta 12 horas.
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