Amalia del Cid
Este diciembre no pinta muy bien para los comerciantes que venden caña. Eso considera María Cuadra, quien ya sacó sus cuentas y concluyó en que ha vendido un 30 por ciento menos que el año pasado.
Para Cuadra, comerciante del capitalino mercado de Mayoreo, la culpable de que sus ventas estén raquíticas es la crisis económica. “Sí, amor, la economía”, sostiene.
Según ella, el año pasado sus clientes le compraban diariamente hasta 6,000 varejones de caña que iban a parar a la “gorra” quese regala durante las fiestas marianas. Pero ahora, asegura con costo vende 3,000.
Por el momento no pedirá más producto a sus proveedores, porque la caña que no se vende pronto se “guarapea”. Se pone roja y fea.
fe y tradición
En el sector de El Novillo, en el mercado Oriental, Auralila Matamoros tiene otra teoría para explicar la baja venta de caña: “Los católicos se están volviendo protestantes”. Jenny Aragón, en cambio, cree que “los plásticos” le ganaron la guerra a los productos tradicionales de la “gorra” mariana.
Sin embargo, también hay comerciantes que no se quejan de sus ventas. Uno de ellos es Freddy Rodríguez, del Mayoreo, quien afirma que “el año pasado se vendió más, pero tomó más tiempo”.
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