La Cámara de Representantes estadounidense adoptó este miércoles un texto que castigará a los países que no intercedan en el trámite para que regresen al país los hijos de norteamericanos llevados al extranjero por uno de sus progenitores.
Cada año se registran más de 1.000 casos de niños sacados del país por uno de los padres extranjero contra la voluntad del otro estadounidense, generalmente a raíz de una separación, de acuerdo con el impulsor de la medida, el republicano Chris Smith.
El texto llevará a que cada año se redacte un informe para evaluar a cada país sobre este tema y forzará al presidente a decretar sanciones contra los Estados que no cooperen, por ejemplo, mediante el rechazo de licencias de exportación de tecnología estadounidense.
“Se trata de hacer de este problema una prioridad, ya que los derechos humanos de los niños estadounidenses son hoy en día violados impunemente”, declaró Chris Smith este miércoles.
Japón es el país que registra el mayor número de estos casos con Estados Unidos y el único en no haber ratificado la convención de La Haya de 1980, que dice que los menores deben ser devueltos al lugar en el que viven habitualmente.