Luis E. Martínez, Noel Gallegos y Roberto Mora
A la una de la tarde inició la procesión que salió de la casa de los Corrales. Los feligreses pagaron sus promesas, los niños y niñas fueron vestidos como indios y también utilizaron trajes folclóricos.
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Por más de cuatro décadas Amanda González Centeno ha vestido un traje típico cada 12 de diciembre, como una tradición que ahora también siguen sus bisnietas Ashley y Nathaly García, en las celebraciones en honor de la Virgen de Guadalupe en la ciudad de Matagalpa.
Como ellas, feligreses de todas las edades lucían vistosos trajes en la multitudinaria procesión acompañando a la imagen de la Emperatriz de América que salió desde la sede de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en el barrio Guanuca.
“En mi familia hemos tenido esta tradición porque amamos a la Virgen y le pedimos que nos dé salud, tenemos fe en ella y yo ya tengo 78 años celebrando también la Purísima”, comentó González poco antes de iniciar la procesión.
Por primera vez, el Gobierno municipal decretó asueto local vespertino, lo que elogió el obispo de la Diócesis, monseñor Rolando José Álvarez Lagos.
EN SAN JUAN DE ORIENTE
Entre los promesantes, en el municipio de San Juan de Oriente, Masaya, estuvo el niño Edgar Samuel Gallegos Potosme, a quien sus padres “lo entregaron a la Virgen” mientras sufría de una enfermedad y fue sanado.
Durante la homilía, el cura párroco Hugo Gerardo Chávez dijo que esta celebración tiene un arraigo indígena, originado en el cerro El Tepeyac, México, hace 482 años, cuando se dio la aparición a Juan Diego.
“Para el sanjuaneño, ser guadalupano es algo especial, porque a muchos niños, las familias los ‘prestan’ por el amor (a la Virgen) para esta santa Eucaristía. Así que hoy (ayer) demos gracias a la Iglesia que es una y que honramos a nuestra madre. Hoy somos herederos de esa gran tradición de fe, que descubramos que la Iglesia es una en todo lugar”, reflexionó.
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