I
Prendida de tu recuerdo
transcurre impávida la noche
hasta que un hilillo de sueño
vence el pertinaz insomnio
Amor:¡Qué larga es sin ti la noche
y cuán fría la madrugada!…
II
Tu ausencia, amor mío,
es noche cerrada
sin estrellas,
cielo huérfano de luna
sin promesa de amanecer.
¡Y todavía me preguntan
por qué tengo ojeras en el alma!
III
De noche, tu recuerdo
me llega en bandadas
y me inunda de poesía.
Es entonces, amor, que descubro
el misterio acurrucado en cada cosa!…
IV
Cuando dormías a mi lado
ninguno de estos ruidos percibía
¡Solo tu respiración tranquila
y la apacible seda de tus sueños!
Íngrimo,
No hay ruido que escape a mis sentidos
desde la alta medianoche
hasta la fría madrugada
sobresaltan mi sueño
ruidos antes inéditos.
V
Cada noche tú te acuestas
y tranquila te sumerges en tus sueños.
A tu lado,
y sin que tú lo adviertas,
yo me angustio ante el abismo
de un sueño infinito
VI
Otra vez, en la antesala
de los sueños,
cavilo sobre el ser y la nada.
Me espanta la idea
de una noche oscura para siempre.
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